El movimiento islamista marroquí se presenta dividido un día antes de las elecciones legislativas de mañana que el partido Justicia y Desarrollo (PJD, islamista moderado) espera, sin embargo, ganar.
Además del PJD, único partido islamista que participó en las precedentes legislativas de 2002, esta vez se presentan otras dos pequeñas y nuevas formaciones de la misma tendencia: Al Badil Al Hadari (Alternativa de Civilización) y Annahda wal Fadila (Renacimiento y Virtud), esta última una escisión del PJD.
Sin embargo, Al Adl Wal Ihssane (Justicia y Beneficencia), la organización islamista más influyente en el país, rechaza las elecciones por ser «inútiles» y dijo que no apoya al PJD. Según una de sus dirigentes, Nadia Yasine, «salvo la referencia al islam, la asociación no tiene nada en común con el PJD».
Las elecciones son «un instrumento del régimen para dotar de más poder ejecutivo a la monarquía», añadió a la AFP la hija del fundador y líder carismático de esta organización, el jeque Abdesalam Yasine.
Para Mohcen Al Ahmadi, profesor de ciencias políticas en la universidad de Marrakech, los nuevos partidos y el boicot de Al Adl Wal Ihssane «debilitan las opciones de los islamistas», aunque espera no obstante «un buen resultado del PJD porque mantiene una buena comunicación con el electorado».
«Además, el PJD debe beneficiarse del éxito del AKP (islamista moderado) en el que se inspira más o menos», dijo en alusión al reciente triunfo de su parido homónimo en Turquía.
Said Lajal, especialista del islamismo marroquí, considera al PJD favorito. Además, estima que «la competencia de otras formaciones islamistas no tendría que tener más que un impacto reducido», dijo a la AFP.
En el partido, que centró su campaña en la lucha contra la corrupción, también están confiados: «Duplicaremos el número de escaños hasta casi 80» frente a 42 actualmente, declaró a la AFP Abdelila Benkirane, dirigente del PJD.
Por su parte, los inversores extranjeros aguardan con calma el previsible triunfo de los islamistas moderados.
«No hay preocupación porque los resultados de las elecciones no cambiarán la economía. Este país seguirá atrayendo las inversiones», dijo Luca Pezzani, secretario de la Cámara de Comercio italiana en Marruecos.
«En Turquía, el AKP contribuyó al desarrollo económico y democrático del país, y el PJD marroquí parece que se inspira en él, así que ¿por qué preocuparse?», añadió.
En caso de que el PJD gane las elecciones deberá conformar una coalición para gobernar ya que el sistema proporcional en vigor no permite a ninguna formación una mayoría absoluta.
Treinta y tres partidos y 13 listas de candidaturas sin afiliación se disputarán los votos de 15,5 millones de electores con 325 escaños de la Cámara de Representantes en juego.
La designación del primer ministro es competencia exclusiva del Rey.