Las elecciones presidenciales que se efectuarán en Venezuela este domingo 7 de octubre, serán decisivas para el futuro de América Latina, dado que ese país se ha convertido en la punta de lanza de las grandes transformaciones económicas, sociales y políticas de la región, liderando un movimiento nacionalista a favor de la verdadera independencia, sin sumisión a los intereses de ninguna potencia hegemónica.
En este contexto, los comicios de Venezuela son tan importantes como los que se desarrollarán en Estados Unidos el próximo mes de noviembre, para la elección del Presidente del gran país del norte, que hoy por hoy afronta una de las peores crisis, como resultado de la acentuada declinación del modelo capitalista.
En el escenario venezolano, la lucha se librará en las urnas entre dos fuerzas diametralmente opuestas, que representan concepciones distintas para la conducción del Estado.
Por un lado, la expresión de la ultraderecha encabezada por el candidato presidencial de la gran burguesía, el empresario Henrique Capriles Radonski, que no ha ocultado su identificación con el neoliberalismo, o sea la etapa salvaje del capitalismo, que en el pasado hundió a Venezuela en una tormenta de pobreza para el pueblo con una voraz política de privatizaciones de las instituciones estatales.
En el lado contrapuesto, destaca la figura del actual Presidente, comandante Hugo Chávez Frías, cuya candidatura a la reelección es apoyada por el Partido Socialista Unido de Venezuela, y numerosas organizaciones populares, la cual continuamente ha sido estigmatizada por los grupos locales más retrógrados con el apoyo de poderosas fuerzas políticas y económicas del extranjero, que añoran volver a ese país para continuar el saqueo de sus inmensas riquezas naturales, especialmente el petróleo.
En una entrevista televisada que le hizo el pasado domingo, el periodista venezolano José Vicente Rangel, el presidente Hugo Chávez, en forma amena y exhibiendo una gran capacidad de discurso oral, no solo manifestó su convicción de que alcanzará la victoria en forma arrolladora, sino que delineó algunos de los resultados más importantes de su gestión de gobierno.
Dijo que uno de los logros más relevantes de su administración, es haber rescatado a Venezuela de la tormenta borrascosa a la que fue conducida por los mismos grupos que quieren retornar al poder detrás de la candidatura del señor Henrique Capriles. El segundo logro ha sido comenzar a sentar las bases de un nuevo orden económico y político para desterrar al neoliberalismo, que así como en Guatemala, es sinónimo de enriquecimiento de unos cuantos empresarios a costa del hambre de la mayoría del pueblo.