El primer ministro Bertie Ahern y su coalición de centroderecha gozan de una leve ventaja en los sondeos en la recta final de las elecciones legislativas del jueves en Irlanda, que se anuncian sin embargo inciertas por la igualdad registrada con sus rivales durante toda la campaña.

Bertie Ahern, en el poder desde hace una década marcada por el surgimiento del «tigre céltico», espera que los tres millones de electores garanticen un tercer mandato consecutivo a su coalición entre el Fianna Fáil y los Demócratas Progresistas.

La última encuesta, antes de las elecciones del jueves, le otorgaba 43% de las intenciones de voto, contra 37% para la coalición de centro izquierda formada por el Fine Gael y el Partido Laborista y dirigida por Enda Kenny, después de que las dos formaciones estuvieron empatadas desde el inicio de la campaña.

El Taoiseach (primer ministro irlandés), de 55 años, hace frente a la enérgica oposición de Enda Kenny, de 56 años, en momentos en que el crecimiento económico muestra señales de debilidad.

El desenlace es tan imprevisible que el respaldo de los pequeños partidos Verde y Sinn Féin podrí­a ser decisivo para obtener la mayorí­a en el Dail, la cámara baja del Parlamento, integrado por 166 legisladores.

«Defender la prosperidad de Irlanda nunca fue tan importante como ahora, cuando el alza de las tasas de interés, los costos energéticos y la creciente competencia a escala mundial amenazan a nuestra economí­a», sostiene Ahern.

La campaña, muy personalizada, tomó el aspecto de batalla presidencial. El paí­s está empapelado con carteles de Ahern y Kenny. Los dos dirigentes, amables y de contacto fácil, tienen estilos muy similares.

Sin embargo, ante la falta de una verdadera división ideológica entre los dos bloques, las elecciones se decidirán en base a la personalidad de los candidatos locales en las 43 circunscripciones del paí­s.

Las elecciones, de una sola vuelta, son por el sistema de representación proporcional con transferencia del superávit de votos. Este sistema favorece las coaliciones y es tan complejo que se necesitarán probablemente varios dí­as para conocer el resultado.

Ahern capitalizar el «factor Bertie». Su popularidad -que no se ha visto afectada por la controversia sobre los pagos dudosos que supuestamente recibió en los años 90- sigue siendo elevada.

Kenny es menos conocido, pero podrí­a, en función de los resultados, obtener el apoyo de los Verdes. Junto con el lí­der del Laborismo, Pat Rabbitte, insistió en un mensaje denunciando el despilfarro del dinero público y exigió una forma de gobierno más eficaz.

La hipótesis de un Parlamento sin posibilidad de mayorí­a no puede excluirse y se podrí­an formar nuevas alianzas que conducirí­an a una reestructuración del paisaje polí­tico irlandés.