Elecciones cruciales para Chávez y oposición


Un afiche proselitista del partido de Hugo Chávez convoca a sus simpatizantes para votar, con el lema:

Los venezolanos votarán mañana en unas elecciones legislativas que marcarán el retorno de la oposición al Parlamento, tras cinco años de monopolio oficialista, en una crucial jornada que medirá la adhesión al presidente Hugo Chávez, 12 años después de su llegada al poder.


Marginados en 2005 por su propia voluntad de las elecciones parlamentarias, la oposición ha estado ausente todos estos años del debate legislativo en la unicameral Asamblea Nacional, donde la única oposición al proyecto de Chávez ha sido un pequeño grupo de disidentes.

Por eso, las elecciones del domingo son cruciales tanto para el gobierno, que apuesta a mantener al menos dos tercios de los 165 curules para continuar profundizando la llamada «revolución bolivariana», y para la oposición, que aspira a volver con fuerza para frenar el proyecto chavista.

Con dos tercios de los curules (110 diputados), los parlamentarios de un sector pueden aprobar sin discusión las leyes orgánicas y también designar a los titulares de los otros poderes del Estado, como al presidente del Tribunal Supremo de Justicia, contralor de la República o al Fiscal, entre otros.

«Por nocáut quiero que ganemos las elecciones», lanzó Chávez en un acto de cierre de campaña. «Vamos a ganar por toda la lí­nea y haremos que se respeten los resultados para seguir avanzando en la construcción del socialismo democrático de la Venezuela socialista», exclamó.

Para estas elecciones, en las que están convocados a votar 17,6 millones de venezolanos, la oposición acude aglutinada en una heterogénea concertación de partidos, la Mesa de la Unidad Democrática, con la que logró presentar una sola lista de candidatos.

«Queremos una Venezuela en paz, libre, democrática y plural, donde se pueda pensar rojo, pero también se pueda pensar azul», comentó a la AFP la lí­der opositora Delsa Solórzano.

La ley electoral aprobada hace poco tiempo, sin embargo, alteró la relación entre la población y el número de diputados, por lo que podrí­a darse la situación inédita de que la oposición obtenga más votos pero menos parlamentarios.

Según los más recientes sondeos de cara a las elecciones, el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela tendrí­a en torno a un 52% de las intenciones de voto, lo que darí­a al chavismo los dos tercios de los escaños.

Otras encuestas, en tanto, apuntan a una intención de votos muy repartida entre el oficialismo y la oposición.

«Más nunca volverán», dijo Chávez este viernes, una frase recurrente en este mes de campaña, que tuvo en el presidente al principal protagonista de caravanas y mí­tines polí­ticos.

Este año, sin embargo, ha sido difí­cil para el presidente, quien ya ha anunciado que en 2012 aspirará a un tercer mandato.

El paí­s enfrenta una economí­a recesiva, fuertes caí­das en la producción e inversiones, una inflación de casi 30% acumulada en un año y una ola de violencia que sólo en 2009 dejó 19.000 muertos según cifras oficiales.

Durante estos meses han estallado además algunos escándalos de corrupción como el hallazgo de miles de toneladas de alimentos podridos que habí­an sido importados por el Estado.

Todos estos ejes han sido tomados por la oposición para construir su discurso electoral, mientras el gobierno asegura que en caso de que la oposición regrese al poder acabará con todos los programas sociales que ha implementado durante esta década.

«A pesar de haber manipulado circuitos electorales y de haber sobrerrepresentado los sitios donde ellos son fuertes, vamos a demostrar con votos que el paí­s no quiere el camino radical que plantea Chávez», dijo recientemente a la AFP el candidato opositor Julio Borges.

Bandos irreconciliables, tanto oficialismo como oposición han insistido en llamar a los electores a votar y a respetar los resultados.

«No hay posibilidad aquí­ de fraude. Aquí­ nadie puede decir, a menos que sea un irresponsable, que hay un fraude montado», aseguró Chávez ayer en un acto transmitido por la televisión, horas después del cierre oficial de la campaña electoral.

«El domingo, temprano, todos a votar», insistió el mandatario, que sigue teniendo altas tasas de popularidad y ha perdido sólo una de las 13 elecciones que ha organizado su gobierno.

CHíVEZ Niega posible fraude


El presidente venezolano Hugo Chávez insistió ayer en que no existe posibilidad de un fraude en los comicios legislativos de mañana, en los que se elegirán a los nuevos diputados de la Asamblea Nacional, y reiteró un llamado a respetar los resultados electorales.

«Nadie puede decir, al menos que sea un irresponsable, que hay un fraude montado (…) No hay posibilidad de un fraude, pero ya hay algunos que andan diciéndolo», dijo Chávez en un acto de gobierno transmitido por el canal estatal VTV.

«Hago un llamado a que respetemos al paí­s, la seriedad del paí­s, la madurez de este pueblo, que estoy seguro nos va a dar una demostración de su fe democrática el domingo muy temprano en la mañana», agregó.

El presidente Chávez, que está en el poder desde 1999, aseguró el domingo que la oposición estarí­a preparada para «cantar fraude» de los resultados electorales «y llamar a la violencia».

El próximo domingo, 17,7 millones de venezolanos elegirán los 165 nuevos diputados de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), que desde 2005 está dominada de forma aplastante por el oficialismo.

ESTADOS UNIDOS Valora participación


Estados Unidos valora que sectores diversos del escenario polí­tico venezolano puedan participar en las elecciones legislativas de mañana, declaró ayer el subsecretario de Estado adjunto para América Latina, Arturo Valenzuela.

«Vemos como señal importante que sectores diversos están participando en esta elección» declaró Valenzuela a un grupo de periodistas al margen de la Asamblea General de Naciones Unidas.

«Son elecciones muy importantes, esperamos que se desenvuelvan sin novedades y que efectivamente el pueblo venezolano tenga la oportunidad de escoger a las autoridades que desean», añadió Valenzuela.

Unos 17,6 millones de venezolanos están llamados a elegir 165 nuevos diputados el domingo, en unos comicios considerados como una prueba de fuego para el presidente Hugo Chávez.

La oposición, que boicoteó las elecciones de 2005, conformó una compleja alianza denominada Mesa de la Unidad para intentar arrebatar la mayorí­a al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).