Si el foro de anoche fuese el punto determinante para las elecciones próximas, las encuestas ya estarían erradas. Porque quien aparece entre el tercer o a veces cuarto lugar, anoche se lució y evidenció el temple que posee. Me parece que la ganadora de anoche fue Rigoberta Menchú Tum y de paso empujó a Nineth Montenegro a la certeza de alcanzar la diputación ahora que está propuesta en el listado nacional de su partido.
Alejandro Giammattei reafirmó un halo carismático que lamentablemente no pudieron aprovechar en su partido y sus estrategas a lo largo de su corta campaña. Por su parte Suger, a pesar de su entereza y convicción de sus palabras no logró proponer nada lo suficientemente persuasivo como para posicionarse con vigor. El común denominador de ambos es que desconocen el procedimiento para impulsar con certeza una reforma constitucional.
Otto Pérez Molina fue el menos creativo de todos. Muy repetitivo y como señalé en este espacio la semana pasada, me da la impresión que ya llegó al límite de sus habilidades persuasivas, sin que ello implique una contradicción en los datos publicados hoy en el matutino elPeriódico.
Noté muy titubeante al ingeniero Colom. Muy presionado por sí mismo. De pronto pareció que se le «borraron» las ideas contenidas en sus lineamientos de gobierno.
El foro de anoche no es el determinante para afirmar un ganador. A mi juicio la suerte está echada. ílvaro Colom y Otto Pérez serán los contendientes del 4 de noviembre próximo. Con ello, independiente del resultado, Rigoberta Menchú tiene allanado el camino para los siguientes comicios y será una aspirante a la Presidencia con muchas posibilidades. El foro de anoche permitió ver las debilidades de los contendientes. Repito, el tiempo entre anoche y las elecciones es muy corto para cambiar el rumbo que está marcado por la certeza de una segunda vuelta.
El problema que vislumbro es el tipo de arreglos que tendrán que producirse para definir la segunda vuelta. El foro de anoche sí es un termómetro que evidencia un complejo escenario. Un común denominador de Menchú, Giammattei y Colom fue su ataque en contra de Pérez. Sin embargo, en el despliegue territorial, quien tiene más posibilidades de recibir apoyo, contrariamente a lo expresado por los presidenciables, es Pérez Molina.
La campaña electoral ha degenerado en una campaña de luchas motivadas por los ataques y señalamientos muchas veces carentes de fundamentos. La segunda vuelta será peor, me temo. El escenario que hasta hace apenas cuatro semanas se vislumbraba como despejado, ahora está muy nebuloso. Acudiremos el 9 a unos comicios con tantas incertidumbres y competencias incumplidas como no se habían presentado antes. Me temo también que poco o nada influirá la presencia de la observación extranjera y nacional para impedir que se produzcan actos vandálicos en los centros de votación. La responsabilidad es, obviamente, de la seguridad pública. Y ésta es tan incompetente.
Pendientes aún si los cierres de campaña logran introducir un persuasivo adicional y de filón algún grado de cordura entre simpatizantes y militantes. Si tal se produce el ganador será el país.