El urgente Distrito Metropolitano


walter-leandro-del-cid-ramirez

Desde la promulgación de la actual Constitución Polí­tica de la República, el Distrito Metropolitano aguarda en silencio, para nuestro pesar, la posibilidad de ser implementado. Acurrucados en sus respectivas jurisdicciones municipales, con el Alcalde capitalino a la cabeza, los problemas se acumulan, las dificultades se acrecientan y los otros alcaldes y sus respectivas corporaciones edilicias, “pasan el agua”, sin encarar adecuadamente los desafí­os de una complejidad urbana en constante aumento.

Walter Guillermo del Cid Ramí­rez
wdelcid@yahoo.com

 


La época de campaña debiera ser aprovechada por aspirantes y electores para demandar además de promesas, propuestas. Propuestas cuya viabilidad esté definida por el grado de su concreción. Lo que en análisis de prospectiva se denomina futurible, es decir un futuro no sólo previsible, sino, además, posible. Ante esta panorámica pongo a discusión la urgente creación del Distrito Metropolitano, DM, para la generación de soluciones integradas con criterios de desarrollo y no únicamente con la aplicación de parches o medidas cosméticas.

Uno de los principales criterios para la conformación del DM, lo debiera de constituir la adyacencia o colindancia de municipios alrededor del de Guatemala. De esa cuenta el DM estarí­a conformado por (1) Guatemala; (2) Mixco; (3) Villa Nueva; (4) San Miguel Petapa; (5) Villa Canales; (6) Santa Catarina Pinula; (7) San José Pinula; (8) Palencia y (9) San Pedro Ayampuc. Posteriormente por cuestiones de integralidad a las dificultades medioambientales podrí­a incorporarse el municipio de Amatitlán.

En las elecciones pasadas estos nueve municipios sumaron un total de 1 millón 268 mil 885 ciudadanos inscritos en el padrón electoral. Acudimos a las urnas 732 mil 431 electores, es decir poco más de la mitad de los inscritos para emitir el sufragio, el 57.72%. Aquellos que votaron por las opciones que llegaron a hacerse cargo de la administración municipal significó un total de 359 mil 464 votos, equivalente al 28.33 %. El ejercicio del poder local de estos municipios del departamento de Guatemala atravesando por una verdadera crisis de legitimidad provocada por todos nosotros en nuestra condición de electores. Situación que pareciera a su vez es aprovechada por los aspirantes, para no encarar adecuadamente los desafí­os de un crecimiento poblacional que cada vez tiende a hacer más difí­ciles las soluciones a nuestra problemática.

Es importante a mi juicio, traer a colación estas cifras pues ellas ilustran varias situaciones que debieran ser aprovechadas para abordar sí­, con visión futurible la búsqueda y el encuentro de las soluciones a nuestra convivencia interurbana o conurbana. En primer lugar, que hemos caí­do en una anomia que colectivamente nos daña a todos. La indolencia de nuestras autoridades ediles está superada por nuestra propia indiferencia ciudadana. Ello permite que prácticamente cualquier ofrecimiento reiterado pueda ser “percibido” como una propuesta real aunque carezca de las más elementales condiciones para ser llevada a la práctica.

Finalmente, la aparente ola de desafectos contra la administración edil de Guatemala, no debiera ser la excusa para dejar de lado la discusión a profundidad de los problemas que aquejan directa e indirectamente a los vecinos de los municipios arriba mencionados. Estos municipios y otros en los alrededores se han constituido en lugares dormitorio no a su propio gusto, sino por la negación de condiciones de desarrollo y oportunidades laborales en sus respectivas jurisdicciones municipales. Lo que nos debe llevar a una reflexión profunda de lo que realmente queremos, porque lo necesitamos. Este es un momento oportuno para hablar de la urgencia de implementar el DM y de las múltiples oportunidades para encarar igualmente múltiples situaciones, la mayorí­a no atendida adecuadamente en estos últimos 25 años.