El transporte público


El Vicepresidente de Guatemala fue a República Dominicana a recibir información sobre el sistema de transporte público subterráneo que se está terminando en Santo Domingo y manifestó que el gobierno del que forma parte está pensando en la ejecución de una obra similar. No lo dijo así­, pero es de suponer que están analizando en utilizar los fondos que pueda generar Petrocaribe en la creación del sistema. Para el efecto se hizo acompañar del Ministro de Comunicaciones, quien tendrí­a que ver la parte técnica de la obra.


En Guatemala hace mucho tiempo, desde los años setenta, se viene estudiando la creación de un sistema de transporte masivo que combina el tránsito en superficie con algunos tramos bajo tierra, utilizando el concepto de la trinchera más que el túnel. No es descabellado pensar que se pueda realizar una obra de gran envergadura que sirva a los casi ya tres millones de habitantes del área metropolitana y, por supuesto, un proyecto de esa magnitud no puede ser ejecutado por el Municipio sino que tendrí­a que ser impulsado por el gobierno central porque la capital de la república desbordó ya los lí­mites de la Municipalidad de Guatemala.

Lo cierto del caso es que el gobierno central ha invertido millonadas de quetzales en el transporte de la ciudad de Guatemala, no sólo porque mantiene un elevado subsidio que va directamente a los dueños de los autobuses, sino porque le tocó pagar la deuda generada por la compra de aquellos tristemente célebres buses rojos y los primeros buses articulados que terminó siendo una enorme estafa al pueblo. La Municipalidad nunca pagó al Banco Centroamericano de Integración Económica y como el Estado dio su aval, le correspondió al gobierno central, en tiempos de Portillo, asumir el pago de la enorme deuda que contrajo el alcalde í“scar Berger para comprar esos buses.

Y ese dinero ha servido simplemente para incrementar la corrupción porque se asigna sin control y, lo peor, sin el beneficio de disponer de un sistema eficiente. Si en vez de seguir tirando el dinero a la basura, el Gobierno lo invierte en un proyecto de transporte público serio, todos saldrí­amos ganando en el paí­s y no sólo los habitantes del área metropolitana, porque lograrí­amos muchos efectos positivos a nivel nacional.

Ahora que se insiste tanto en que el Vicepresidente no parece tener función especí­fica en este gobierno, podrí­an encomendarle el seguimiento a algo concreto como puede ser el sistema de transporte masivo para el área metropolitana. Así­ veremos si tiene la capacidad ejecutiva de la que ha blasonado y para el efecto vale la pena que indague sobre los estudios existentes para aprovechar el trabajo ya hecho.