Los últimos acontecimientos suscitados en las cárceles del país, dejan al descubierto que el Sistema Penitenciario DEBE SER ATENDIDO por las autoridades gubernamentales en el sentido de implementar con carácter de urgente, un plan de actividades acordes a la realidad, con orden y disciplina.
Cinco decapitados, siete calcinados y una tremenda zozobra es el resultado de las acciones realizadas dentro de las instalaciones carcelarias de «Pavoncito» el fin de semana pasado; lo cual denota que el poder del CONTROL lo siguen ejerciendo los reclusos.
Interrogantes como: ¿por qué estaban armados los reclusos trasladados? O en su caso: ¿Por qué están armados los reclusos internos que asesinaron a los reos trasladados? ¿Las autoridades de dicho centro carcelario tienen control sobre el ingreso de artículos para los reos? Se sigue realizando por parte de los guardias del Sistema Penitenciario el ingreso de aparatos eléctricos, teléfonos celulares, toda clase de drogas, con el consentimiento de las autoridades?
¿Volverán a ser «necesarias» las acciones temporales – ilegales – pero efectivas – como el asalto a Pavón realizado en tiempos de los señores Giammattei, Figueroa, Sperisen, en Pavón? ¿Hasta cuándo los reos serán los amos y señores del control interno de las prisiones?
La capacidad administrativa, logística, preventiva y reactiva de las autoridades del sistema penitenciario pueden calificarse EN CERO, porque no es posible que todo el sistema responda a los intereses económicos de sectores delincuenciales que utilizando diferentes clases de acciones se aseguren la comisión de hechos tan horrendos sin temor a las autoridades.
Es tiempo de que en las posiciones de Dirección del Gobierno en Guatemala, sean adjudicadas, nombradas o encargadas a personas que CONOZCAN SU TRABAJO DE FORMA Tí‰CNICA, ya no más vaqueros, bachilleres y militares en puestos del sistema penitenciario, institución donde terminan de enriquecerse sin tener la cultura y educación necesaria para la ejecución de dicho trabajo.
ORDEN y DISCIPLINA en el sentido estricto de la palabra es lo que se necesita en el sistema Penitenciario; alguna persona que dirija con criterio técnico y profesional dicha institución que al igual que otras es considerada un botín político donde se enriquece y «salpica» a los inmediatos superiores quienes como en esta ocasión, declaran a los medios de comunicación, que «se sigue investigando»
La aplicación del orden y disciplina no significa brutalidad en contra de la población reclusa, la aplicación con energía de orden y disciplina es la única vía posible para retomar el control del Estado en las prisiones que por ahora, al igual que en tiempos remotos y recientes, han estado y están en manos de delincuentes, llámeseles reos o autoridades.