Guatemala aún no ha despertado del prolongado y profundo letargo en que se encuentra. Espero sinceramente que la muerte del doctor César Barrientos sirva, al menos, para una profunda reflexión de donde nos encontramos hoy en día en el país y hacia dónde vamos.
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Parece que no nos hemos percatado de que la nueva forma de eliminar a personas que se vuelven incómodas o que son un obstáculo o simplemente caen en desgracias ante los capos de la corrupción, contrabando y demás poderes paralelos. Hoy ya no es el burdo y simple asesinato, asesinar se ve feo, aquí ya hay muchas cámaras y teléfonos (caso Cabral y otros), seguro que habrá al menos una investigación y el tiro pudiera salir por la culata. No, hoy día el poder paralelo que controla al Estado utiliza la justicia para deshacerse de personas “legalmente”. Ahora se hila mucho más fino que antes, más especializado y lo que hacen es destruir moralmente a las personas, destruirlas profesionalmente, acorralarlas y neutralizarlas.
Paradójicamente, el arma favorita de estos señores es el propio Sistema de Justicia que se encuentra en una batalla por salvaguardar la poca independencia que les queda. Casos sobran, recordemos como el exinterventor de Aeronáutica Civil, Miguel Armando Asturias Morel, fue arrestado de la noche a mañana, por un caso que era eminentemente de orden civil, porque a alguien le interesaba despachárselo de su puesto. Matarlo era mucho color, así que mejor meterlo al bote. Después de lograr su objetivo el caso fue sobreseído en la vía penal.
El caso de los señores del IGSS que fueron arrestados el 30 de agosto 2013, muestra un revanchismo político por la oposición de varios funcionarios a la toma de la Presidencia de esa institución por el hombre designado por el Presidente. Hay que aclarar que la Fiscalía de Delitos Administrativos actuó de forma “autónoma” y a espaldas de la Fiscal General en estos operativos.
La Comisión Nacional de Transparencia y Gobierno Electrónico (Copret) me parece que más se ha convertido en una unidad de inteligencia para recabar trapos sucios, los cuales puedan ser utilizados en contra de personas que son incómodas para el “Estado” y usarla en su momento oportuno. Sino ¿Cómo se puede justificar un presupuesto 6 veces mayor al de la Fiscalía Contra la Corrupción sin ningún resultado? Afirmo esto, porque me consta que se presentó el caso de “La Riviera” a la Secretaría de Control y Transparencia a cargo de la Vicepresidente (hoy Copret) y por supuesto no pasó nada.
Estos grupos de poder paralelo están haciendo hasta lo imposible para controlar las Comisiones de Postulación al Ministerio Público, Corte Suprema de Justicia y Salas de Apelaciones, la Contraloría General de la Nación, Corte de Constitucionalidad y TSE. Esto con el fin no solo de consolidar la impunidad existente en el país y poder seguir haciendo sus movidas, sino para utilizarla como la antigua G2 y borrar del mapa a opositores, detractores, controlando así la libertad de expresión y mantener en jaque las personas que desean una Guatemala justa y un Sistema de Justicia independiente.
Esta gente llegará a escoger los casos que, según su conveniencia, perseguirá el sistema de justica, no con el fin de hacer justicia como debía de ser, si no para mantener bajo control sus adversarios.
El peligro que enfrenta Guatemala estos días es de vida o muerte y veo más personas interesadas en lo que está pasando en otros países sin darse cuenta que su libertad está en juego este año, en estas Comisiones de Postulación, en estos candidatos que están poniendo o quitando en función, no del bien común, si no intereses ocultos.
Espero que para cuando abramos los ojos no sea demasiado tarde para el país. Despertemos y abramos los ojos, su libertad está en juego y no da cuenta ¿Hasta cuándo Guatemala? ¿Hasta cuándo?