«El silencio antes de Bach»


Pere Portabella, director catalán (archivo La Hora).

Hoy se estrena en Parí­s «El silencio antes de Bach» del director Pere Portabella.


El director catalán Pere Portabella estrena hoy en Parí­s su último largometraje, «Die Stille von Bach» (El silencio antes de Bach), una fascinante inmersión en el universo del compositor alemán con la que representó a España en la Mostra de Venecia 2007.

Con esta propuesta, el cineasta gerundense de 79 años dinamita de nuevo las barreras entre géneros, como acostumbra en toda su obra desde «Nocturno 29» (1968) hasta «Puente de Varsovia» (1990).

Basando su ritmo cinematográfico en cadencias musicales, Portabella ofrece un viaje del tiempo con momentos visuales de gran belleza (recorrido por espacios vací­os de la mano de un piano mecánico, concierto de cuerdas en el metro o trabajo de afinador ciego con perro, entre otros).

También mezcla documental con ficción en forma de retazos de historias construidas con la complicidad de actores como Alex Brendemí¼hl (inesperado concertista también) o Féodor Atkine y otros rostros desconocidos.

Esta vez, la propuesta de Portabella ha logrado superar el calificativo de cine-arte, siempre reductor, que le abre las puertas de museos prestigiosos como el MOMA de Nueva York, pero le dificulta los estrenos comerciales.

Por primera vez, para sorpresa del propio director, una pelí­cula suya ha aguantado ocho meses en las carteleras de Madrid y Barcelona.

«Yo nunca he dejado de ser cineasta; utilizo los travellings y demás. Otra cosa es que luego subvierta los códigos narrativos clásicos. El mundo del cine decí­a «Portabella hace cine-arte» y no se preocupaban de mí­. Y ahora, esto se acabó porque mi pelí­cula aguanta en un cine comercial», declara en Parí­s.

Creador polifacético y curioso, acaba de filmar un corto sobre la casa del poeta andaluz Federico Garcí­a Lorca y está pensando ya en una nueva pelí­cula, esta vez concebida exclusivamente para internet.

El Portabella cinematográfico también ha sido productor de colegas que requerí­an su ayuda («Los golfos», de Carlos Saura, «El cochecito» de Marco Ferreri, «Viridiana» de Luis Buñuel).

«José Luis Guerí­n, Albert Serra, Jaime Rosales, estos chicos radicales de ahora que son los que me interesan saben que si les falta un empujoncito también pueden contar conmigo», asegura.

Como polí­tico inveterado que es, el ex senador Portabella sigue animando una tertulia radiofónica semanal «de sabios» con el comunista Santiago Carrillo y el liberal Miguel Herrero de Miñón.

¿La situación económica mundial? «No es una crisis coyuntural seria, sino que ha fallado la estructura financiera. El andamiaje está herido, ha contaminado a toda la industria productiva y esto afecta al ciudadano», opina.

Su diagnóstico sobre el cine español es radical.

«La industria española del cine está enrocada, se empeña en competir con los modelos de fuera en lugar de hacer algo diferente. Los modelos no hay ni que mirarlos a la cara porque son tan buenos que si vas en su dirección te devoran», declara con humor.

Premiada en noviembre de 2007 en el festival CineHorizontes de Marsella, por unanimidad del jurado, «El silencio antes de Bach» divide a la crí­tica francesa.

«Una ambición monstruosa que genera un film hí­brido y pomposo», según el mensual especializado Studio. El diario Le Figaro destaca «momentos hermosos y un enfoque original, pero fragmentado y a veces de un manierismo excesivo». Le Monde, en cambio, en una detallada reseña, recomienda con ardor este «enigma sin solución».

El estreno en Francia, de la mano de la joven distribuidora Médula Films, se concreta en cinco cines, dos de ellos parisinos.