El rí­o Huista corre el riesgo de desaparecer


Muchos vecinos del casco urbano del municipio de Santa Ana Huista no se preocupan por la degradación del ambiente, de tal suerte que prefieren tirar la basura en el rí­o que atraviesa la población, que pagar los Q10 mensuales que cobra la municipalidad por la extracción de los desechos.

Eduardo Villatoro

Ese menosprecio o indiferencia hacia el entorno ambiental no es exclusivo de los habitantes del citado municipio del departamento de Huehuetenango, sino que constituye una costumbre enraizada en todas las regiones de Guatemala, y de esa cuenta es que son contados los rí­os con ciertos grados de pureza.

Me refiero en especial a Santa Ana Huista porque esa población es el lugar de origen y residencia del joven poeta Exvedi Morales Mérida, de quien tomé textualmente el primer párrafo de estos apuntes  y que ha pedido mi colaboración en búsqueda de auxilio ante el riesgo que corre el rí­o Huista de desaparecer dentro de un par de lustros, porque ninguna autoridad se interesa por iniciar acciones encaminadas a rescatar esa corriente acuí­fera. «No hace falta ser un experto para medir el grado de contaminación que hay en este rí­o: el lí­quido por lo general se mantiene turbio, los desechos sólidos flotan  y desde lejos se puede percibir el mal olor que emana», se lamenta Exvedi, quien agrega que infortunadamente no hay institución en este municipio que tenga control del uso del agua, y a pesar de que a diario se escucha hablar de escasez, la cual se debe a la contaminación, «nadie dice ni hace nada y sólo se limitan a quedarse de brazos cruzados».

Asevera mi amigo Morales Mérida que los agricultores también contribuyen a la degradación del rí­o Huista y sus afluentes, porque los desechos de café y las linazas son echados a la corriente indiscriminadamente, y de ahí­ que es urgente generar proyectos encaminados a detener la persistente contaminación del municipio, como plantas de tratamiento a las aguas residuales, así­ como es necesario emprender una campaña para crear conciencia en niños, adolescentes, jóvenes y adultos respecto al ahorro y limpieza del recurso hí­drico.

El rí­o Huista nace en Todos Santos y avanza con el nombre de rí­o Limón, hasta llegar a San Antonio Huista, donde se unen varios arroyuelos que brotan de  las montañas. Atraviesa todo el municipio y luego se hunde penetrando en una gran cueva, semejante a los siguanes de las verapaces, y atraviesa de esta forma la sierra de los Cuchumatanes, para unirse con otros afluentes al rí­o Selegua.

¿Habrá alguna institución que se interese por rescatar al rí­o Huista antes que desaparezca? (Uno de los sobrinos del ambientalista Romualdo Tishudo asegura que en su pueblo hay un rí­o tan puro y tan chiquito que sólo tiene una orilla).