El riesgo de Siria al usar armas químicas


Jorge_MARIO_Andrino

Los graves acontecimientos de hace algunos días, en donde el mundo presenció escenas espantosas de cómo pobladores intoxicados con algún tipo de gas murieron, víctimas del conflicto interno sirio, han hecho finalmente reaccionar a alguna parte de la comunidad internacional, aunque a través de las normas de derecho internacional, pareciera que quedará impune este tipo de asesinatos masivos.

Jorge Mario Andrino Grotewold


Al parecer, y aunque la Organización de Naciones Unidas no se ha pronunciado formalmente sobre el tipo de gas usado, ni ha determinado posibles responsables, testimonios de pobladores e informes de inteligencia de países preocupados por el uso de estos gases, como armas mortales, han señalado al régimen oficialista de haber dado la orden de exterminio en dicho lugar.  Es lamentable conocer, que aunque existen instrumentos internacionales y oficinas encargadas/especializadas para garantizar que estas armas no sean ni fabricadas, comercializadas o utilizadas, de pronto aparezcan en pleno conflicto interno y provoquen miles de muertes. Pero más lamentable aún, es conocer que países, más preocupados por perder socios comerciales y estratégicamente militares, se opongan a que, bajo la tutela de la ONU y en pleno uso del derecho internacional, sean controlados y llevados a juicio.

Algunos escépticos, viendo de reojo el conflicto sirio, manifiestan que la política de Estados Unidos siempre ha sido de “policía del mundo”, sugiriendo además que estas acciones serían provocadas por dicho país, para alcanzar más dominio o poder internacional, y con ello ganar estratégicamente su localización.  Sin embargo, fallan en explicar los detalles del conflicto racial que vive Siria desde hace años, y que ha explotado en este año, sin que la ONU o cualquier otro país, logre evitarlo o al menos disminuirlo.   Al igual que en cualquier otro conflicto, la población no combatiente es la más dañada, viviendo en temor y pobreza. ¿Cuáles han sido las alternativas para estas personas?

Pero  la utilización de las armas químicas, cambia el rumbo de los ejes de intervención internacional, ante la grave amenaza que significa para el mundo entero, la evolución de permitir a países como Siria matar a su propia población, de una manera por demás desigual, sin oportunidad alguna de resistencia y creando una psicosis entre la población sobre recibir más ataques en cualquier momento.  El uso de este tipo de armas, no sólo está prohibido por normas internacionales, sino de lógica común, especialmente en aplicación de guerras civiles.  Se desarrollaron en épocas pasadas, como estrategias de defensa militar por varios países, más para demostrar capacidad de respuesta ante ataques inminentes (al igual que las bombas atómicas o nucleares), pero con la sabida responsabilidad que jamás deberían de ser usadas.  El sólo resguardo conlleva de por sí un riesgo, y una amenaza para la población, sin importar qué país la tenga.  Y al usarse, los biólogos expertos hablan de posibles mutaciones de las bacterias conservadas, lo que haría imposible su control inmediato (todas las armas bacteriológicas son diseñadas como armas, solamente cuando se encuentra su antídoto o cura, en caso de un ataque).

La desafortunada acción de los países con derecho a veto (China y Rusia) en el Consejo de Seguridad de la ONU, debe ser considerada muy cuidadosamente por los conocedores en geopolítica internacional, puesto que si estos crímenes son dejados en la impunidad, las acciones para lograr el control de estas armas y sus responsables, pasará a una etapa más fácil de comercio para países con intenciones de destrucción masiva de poblaciones y países enteros. Y si el Sistema de Naciones Unidas se convierte en “invisible” para detener estos conflictos, luego que no soliciten el apoyo e intervención del siempre disponible Estados Unidos, como sucedió en las primeras dos guerras mundiales.

La paz y el respeto de los derechos humanos han sido los mandatos de creación de la ONU desde 1945, pero en casos como este, la percepción de inoperancia a la luz del derecho internacional es notoria, y entonces siempre ronda la pregunta… ¿Qué nos espera para el futuro?