Al no otorgar el Amparo Provisional que habían solicitado las autoridades del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, la Corte de Constitucionalidad ha dado luz verde para que se produzca el relevo del Presidente de esa institución, lo que significa que el señor Luis Reyes Mayén tendrá que entregar el cargo a quien sea designado por el Presidente de la República sin que ello constituya, a juicio de la Corte de Constitucionalidad, lesión o agravio a la autonomía del régimen de seguridad social en el país.
Hemos discrepado con otros medios de comunicación que han afirmado que ese cambio no sólo compromete la autonomía del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, sino que también abre las puertas para que se produzcan actos de corrupción, no porque éstos no vayan a ocurrir, sino porque no aceptamos que se diga que la actual administración ha sido transparente porque precisamente ha respondido a los intereses de los grupos que controlan todo el negocio de la venta de medicinas en el país. Tanto es así que el anterior Gerente de la institución pasó a ser Ministro de Finanzas en el gobierno precedente y luego pasó a trabajar directamente con el más importante personero de las empresas que venden medicamentos en el país. En otras palabras, quien tenía a su cargo ejecutar la operación “transparente” en la institución, terminó como terminan muchos de los funcionarios que al cesar en sus funciones públicas pasan a trabajar precisamente para los negocios a los que beneficiaron constantemente con sus decisiones como funcionarios.
En el IGSS nada ha cambiado y no se puede comparar la gestión de Carlos Torrebiarte (q.e.p.d.) con la del señor Reyes Mayén porque se trata de visiones totalmente distintas y de valores aún más contrastados. Seguramente nada cambiará con la designación de nuevas autoridades porque en Guatemala todo está debidamente pactado y los poderes fácticos se han repartido el pastel en forma armoniosa para que el negocio siga próspero a costillas del erario. No hay razones para suponer que a estas alturas habrá un cambio en cuanto a la forma en que se adquieren medicamentos o se realizan los negocios porque el mismo procedimiento se aplica ya en todas las instituciones del sector público y por lo tanto únicamente cambiará una parte de los actores, pero el argumento seguirá siendo exactamente el mismo.
De eso a afirmar que el nombramiento es para abrir la puerta a la corrupción hay una gran diferencia porque la corrupción ya estaba asentada en el IGSS como en toda la estructura del Estado y como esas afirmaciones sonaban a fafa, vale la pena hacer la puntualización.
Minutero:
Esa inútil embajada
no se dio cuenta de nada;
y el inútil canciller
solo firmó sin saber