La democracia implica buscar y ejercer la representación de la mayoría, por ello es que los países democráticos tienen gobiernos representativos; el gobierno en sí puede ser presidencial o parlamentario.
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Cada día el sistema parlamentario es considerado más representativo de la ciudadanía que el gobierno presidencial. España, Francia, Israel, Japón y muchos países tienen un Primer Ministro que no necesariamente fue electo por un solo partido, es la suma y representatividad la que le permite ser Primer Ministro.
En nuestro país la pirámide política está estructurada en una base de 332 alcaldes y sus respectivas corporaciones municipales, que son los que en cada municipio representan y conllevan el resultado de la elección mayoritaria. Los alcaldes a su vez son el cause o medio por el cual se logra la elección de la mayoría de diputados. El segundo nivel de la estructura política son los 158 diputados.
Existe enorme contraste entre la Guatemala urbana -integrada por la capital y los municipios circunvecinos- con el resto de 21 departamentos, que no solo representan la mayor cantidad de habitantes, la mayor extensión territorial, sino que aunque de forma dispersa contienen la Guatemala multiétnica, multicultural y multilingí¼e, el área de mayores necesidades educativas, de salud, servicios, infraestructura y de oportunidades de trabajo y salarios justos.
En esta elección es importante comprender y preguntarse porqué los dos partidos y binomios presidenciales tienen diferente representatividad. La UNE obtuvo no sólo el voto favorable de la mayoría de los distritos electorales o departamentos (926,244 votos), además, logró la mayoría de diputados por Listado Nacional y distritos electorales y alcaldes.
El Partido Patriota obtuvo (771,175 votos), menos alcaldes y diputados no sólo respecto a la UNE, sino también respecto a la Gana.
En los días que han transcurrido del 9 de septiembre a la fecha, la UNE ha logrado el apoyo público de mucho más alcaldes y diputados electos por más del doble que el PP, esto indudablemente implica que la base de representatividad que ha ido obteniendo la UNE es democráticamente más del doble que la del PP.
Independientemente de cual sea el número de votos que el 4 de noviembre obtenga cada binomio, es significativo e implica no sólo mayor representatividad sino una garantía de descentralización de la inversión, la base política propia y la base política complementaria que ha obtenido el partido Unidad Nacional de la Esperanza porque, si algo es necesario para evitar la macrocefalia que implica la concentración de población en el departamento de Guatemala, es el requerimiento y el compromiso que el futuro gobierno reconozca ser el representante de todos los guatemaltecos y de su desarrollo.
Todas las opiniones públicas o privadas merecen respeto y nadie en particular puede decir que tiene una bola de cristal para predecir el resultado del voto ciudadano.
Las mismas encuestas, especialmente una en particular, han merecido la crítica y la censura porque se les ha considerado un instrumento publicitario e inductivo para influenciar el voto.
Hay que insistir en la importancia de la representación de la mayoría, la descentralización, desconcentración, el aumento de la carga tributaria de conformidad a la capacidad de pago y la inversión pública, especialmente en el interior del país, si verdaderamente deseamos el desarrollo, combatir la pobreza y la extrema pobreza, si deseamos que no continúe multiplicándose aceleradamente la inmigración y la macrocefalia que produce «dos guatemalas».