Mucho se ha hablado del Programa Nacional de Autogestión Educativa, algunos lo consideran bueno, otros malo, y ha sido motivo de conflicto del gobierno con el magisterio. El Pronade ha sido un programa innovador, porque se ha salido del esquema tradicional, ha hecho participar a los padres de familia en la dirección de sus escuelas y ha llevado la educación hasta los lugares más lejanos. Sin embargo, eso tampoco lo ha hecho muy eficiente, porque se entregan grandes cantidades de dinero a las juntas escolares, que manejan los contratos de los maestros, pero no se han preocupado por dar todas las condiciones mínimas de una escuela. Niños recibiendo clases abajo de árboles o sentados en blocks, tablas de madera, etc. Los maestros tienen poca estabilidad en su puesto, lo que de paso los desalienta a dar lo mejor de sí. En algunos casos, hay sobrecarga de alumnos de diferentes grados, y qué decir de la atención afectiva y emocional que un maestro debe darle a sus alumnos, la cual queda reducida a nada. Entonces, estuvo bien hasta cierto punto que en el presupuesto 2008 se reorientara el gasto del Pronade hacia el Ministerio de Educación, el cual sin embargo tiene que descentralizarse en sus funciones para no afectar a quienes han estudiado con ese programa.