El proceso acelerado de urbanización de los países, de los denominados del Tercer Mundo, ha alcanzado dimensiones alarmantes, dado que la demanda de servicios básicos o vitales como: agua, drenajes, vivienda, educación, salud, empleo, transporte entre otros, siempre exceden las posibilidades de las ciudades de satisfacerlas.
Arq. Omar Marroquín Pacheco
Las soluciones planteadas hasta ahora a la problemática tienen menos relación con los avances científicos, que con las limitaciones de orden práctico de tipo administrativo y económico. Se hace necesario que tanto central como a nivel local emprenda políticas realmente efectivas, que mejorar las condiciones de vida de los habitantes tanto de las áreas rurales, tratando de anclarlos a sus lugares de origen, evitando las migraciones campo-ciudad.
Otra alternativa lo constituye orientar los flujos migratorios hacia polos de desarrollo debidamente equipados para recibir a las personas que se movilicen hacia ellos. En gobiernos anteriores ha existido la inquietud de descentralizar y crear polos de desarrollo, los resultados bastante limitados y la situación sigue siendo muy dramática.
A manera de ejemplo por lo espectacular del mismo: La ciudad de México que en 1950 tenía 2 millones 953 mil habitantes pasa a 19 millones 460 mil en la actualidad es decir que se hizo 9.5 veces más grande en 62 años, es importante señalar que la cantidad de población que presenta hoy México era la totalidad en toda la República Mexicana en 1939. Pese a la disposición de los flujos migratorios que se quisieron reorientar, pasando de ocupar 22,400 hectáreas a más de 741,000 en la actualidad, donde se asientan 35 mil industrias y más de 3.5 millones de vehículos, a pesar de todos los avances tecnológicos y científicos, no pueden convertir a una ciudad agradable con más de 19 millones de habitantes.
Existen a nivel teórico nuevos conceptos y enfoques sobre el planeamiento urbano, pero la incorporación de los mismos a nivel decisorio ha sido muy lenta, mientras que los problemas urbanos siguen agravándose día con día.
Siempre se argumenta que nuestras ciudades carecen de recursos económicos suficientes para poder solucionar la problemática como: congestionamiento de vehículos, la contaminación de las fuentes de agua, la mala disposición de los desechos sólidos tanto domiciliares como industriales. Todo esto no se puede aplazar hasta el futuro en la toma de decisiones sobre estos aspectos tan importantes y prioritarios, la situación urbana se vuelve cada día caótica y se aleja también el poder solucionarla.
Es evidente que existe lo que puede conceptualizarse como “costo ecológico”, que se da en todas las ciudades del denominado tercer mundo, este costo lo pagamos todos en términos de cargar con los efectos de la congestión vehicular, contaminación del aire y centenares de problemas conexos. Algunos sectores contaminan más que otros a manera de ejemplo: los vehículos particulares, el transporte colectivo, las industrias, pero todos sin excepción sufrimos consecuencias. Mientras se esté dispuesto a pagar el “costo ecológico”, no se podrán formular alternativas de solución en forma efectiva.
Afortunadamente no todo es pesimismo, en la actualidad un grupo de profesionales en forma multidisciplinaria se encuentra trabajando para poder desarrollar desde diferentes ámbitos lo privado, lo académico con estudiantes tesistas de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de San Carlos de Guatemala con 336 años de existencia, el desarrollo de polos de desarrollo incorporando tecnologías del primer mundo dando solución a problemas del tercer mundo, tenemos a Manuel Antonio Aguilar, guatemalteco, graduado con honores en Harvard de astrofísico dicha Universidad tiene más de 400 años de existencia y un grupo de personas del MIT, Instituto Tecnológico de Massachusetts y la propuesta de vivienda sustentable integral y, al hablar de integral es así debido a que se trabaja en el desarrollo de procesos productivos para las comunidades no solo la dotación de la vivienda, en eso está trabajando el ingeniero Agrónomo de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Alexander Asencio, quien tiene estudios de desarrollo rural en Israel, se tiene contemplado darles estudios matemáticos a los niñ@s por medio de juegos en computadoras de bajo costo, los programas serán desarrollados en Guatemala, basados en el currículo del Ministerio de Educación y serán desarrollados por el ingeniero en Sistemas Erick Francisco Marroquín Rodríguez, también desarrollara la página Web y todo el desarrollo del módulo administrativo contable, graduado de la Universidad del Valle de Guatemala.
En la parte del desarrollo de nuevos materiales para el cerramiento de las viviendas está trabajando Mario Pacheco, quien además de ser especialista en electricidad, tiene expertis en automatización de procesos y plásticos así como en energía eólica, Mario Pacheco está desarrollando y haciendo experimentación con materiales plásticos.
La parte de la administración y control de calidad estará a cargo de la ingeniera Industrial Sofía Victoria Marroquín Rodríguez, graduada con la más alta distinción Summa Cum Laude y mejor proyecto de graduación, de la Universidad del Valle de Guatemala.
Desde Estados Unidos apoyará el guatemalteco Alejandro Rivera, quien está próximo a graduarse con honores de las dos Sociedades Griegas de esa Universidad, Tau Beta y Sigma Xi, en la Universidad de Brown en Providence fundada en 1764 de Ingeniero Civil con énfasis en construcción sostenible, quien hizo su pasantía el año pasado en nuestro país, en el Consejo de Construcción Verde de Guatemala, para poder enfocarse a la normativa que recién se está desarrollando en el país. El apoyo consiste en acoplar a la normativa guatemalteca los sistemas desarrollados y también con el intercambio con estudiantes de Brown que harán pasantías en Guatemala.
En la parte de la organización comunitaria trabaja Julio Coyoy, quien es Pedagogo graduado de la Universidad del Valle de Guatemala, siempre fue alumno distinguido a lo largo de su carrera, con un amplio expertis trabajando con grupos vulnerables de población en riesgo.
Lo novedoso es que las mayor parte de los profesionales involucradas no superan los 25 años de edad en promedio, es decir son personas jóvenes, con una impresionante Hoja académica, comprometidas con el desarrollo integral del país, dando y poniendo al servicio del país sus conocimientos adquiridos, es loable y por mi parte les doy un aplauso de pie, adelante que personas como ustedes necesitamos en Guatemala.