El problema vial



Se habí­a anticipado que estos dí­as previos a la Navidad serí­an crí­ticos para el tránsito en la ciudad de Guatemala porque aumentará la cantidad de vehí­culos circulando y se espera que mañana viernes y el sábado sean los más congestionados de todo el año. El problema, sin embargo, hay que verlo en términos de que Guatemala sigue siendo una ciudad que carece de un sistema de transporte masivo capaz de satisfacer la demanda y por lo tanto cada dí­a aumenta la cantidad de autos particulares porque quienes viven en el área metropolitana no tienen alternativa.

La actual administración municipal está implementando el Transmetro como solución y respuesta y habrá que aguardar al inicio de sus operaciones para medir si realmente constituye una solución. De momento está ocurriendo lo que siempre pasa en cualquier ciudad del mundo cuando hay obras de infraestructura de alguna importancia y envergadura, pues todos los vecinos estamos sufriendo las consecuencias de los trabajos sin que se perciba aún ningún beneficio y en consecuencia ahora lo que tenemos son más dolores de cabeza.

Creemos que es importante trabajar en dos sentidos para enfrentar el problema en el corto plazo. Por un lado vale la pena insistir en el escalonamiento de los horarios para diluir las horas pico de mayor congestionamiento de tránsito y, por el otro, hay que hacer verdaderos esfuerzos en educación vial, porque la mayorí­a de los grandes atascos son provocados por actitudes de irrespeto de automovilistas que simple y sencillamente bloquean las intersecciones generando verdaderos nudos que, al irse expandiendo varias cuadras a la redonda, repitiendo en diversos cruceros el mismo fenómeno, lo que al final tenemos es un embotellamiento sin solución.

Si tan solo los automovilistas y especialmente los pilotos del transporte urbano, entendieran que dejar libre la intersección nos ayuda a todos, posiblemente se reducirí­a en una gran proporción el problema de los atascos. Nada se gana con quedar a media bocacalle y en cambio ello repercute inmediatamente en todo un sector que luego proyecta el mismo efecto negativo a otras partes de la ciudad. Parece increí­ble, pero un bus que tape un crucero es suficiente para generar un caos vial en estos dí­as y sobre esa materia nada se dice ni se hace.

Creemos que la educación vial es crucial y que tiene que constituir un elemento importante de los planes para resolver los problemas de tránsito en la ciudad. Conductores más educados y responsables, respetuosos del derecho ajeno, ayudan a agilizar el tráfico de los vehí­culos y se ayudan a sí­ mismos para evitar atascos.

No es una cosa que cueste mucho entender y la Municipalidad y EMETRA bien harí­an en invertir parte de lo que ahora se gasta en publicidad en difundir mensajes educativos para beneficio de los conductores y de toda la población.