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En entrevista a La Hora, Rohr comenta que el desarrollo social del paí­s sólo se puede conseguir propiciando un Estado sólido con fuertes ingresos tributarios, y con la garantí­a de los gobiernos de turno para dar continuidad a los programas que desarrolla en materia de alimentación, salud y educación.

– La Hora: En el contexto actual del paí­s, ¿cuáles son las condiciones de desarrollo social?

– Beat Rohr: Estamos en una fase muy complicada de análisis sobre la repercusión en Guatemala de los cambios que estamos viviendo a nivel global en el precio de la energí­a y los alimentos. Hay que ver quiénes son los ganadores y los perdedores de este tipo de fenómenos. En la energí­a todos somos perdedores, porque repercute en la inflación y el aumento de precios afecta principalmente a los pobres. En este marco, las autoridades deben esforzarse aún más para propiciar el desarrollo.

– LH: ¿Cuáles considera que son los principales retos en materia de desarrollo?

– BR: El gran reto es cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Siete indicadores simples pero amplios en los que Guatemala tiene que hacer un esfuerzo mayor para lograrlos. Hay avances en la mayorí­a de ellos pero no al ritmo que necesitamos.

– LH: ¿Qué participación tienen las Naciones Unidas en el cumplimiento de los objetivos?

– BR: El Sistema de Naciones Unidas a través de sus agentes especializados y fondos de desarrollo están trabajando en conjunto como un grupo lógico que se complementa cada uno en su propio ramo para promover los objetivos. Algunos apoyando polí­ticas de Estado, otros trabajando con municipalidades y comunidades, cada uno desempeña diferentes proyectos y programas.

– LH: El cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio es una obligación del Gobierno. ¿Considera que existen avances en este aspecto?

– BR: Las Naciones Unidas trabajan de la mano con el Gobierno, en muchos casos éste ejecuta los programas que se elaboran conjuntamente. El problema es que en cada Gobierno nuevo viene mucha gente nueva y programas nuevos, y aquí­ la planificación no es multianual, entonces muchos de los programas nacen en una administración pero tienen la tendencia de morir en la siguiente. Aquí­ no hemos tenido continuidad.

– LH: ¿Existen compromisos del nuevo Gobierno para dar seguimiento a los programas ya iniciados?

– BR: Los últimos gobiernos han sido conscientes de su compromiso, sin embargo éste es de carácter moral y no de forma legal. Los Gobiernos sí­ han invertido en el desarrollo pero cuando hacemos el análisis en conjunto con otros paí­ses, primero en el ámbito del presupuesto, éste resulta ser muy pequeño frente a los otros paí­ses con caracterí­sticas similares de la misma manera que la carga tributaria, lo que significa que el presupuesto de la nación es relativamente pequeño y el porcentaje que se atribuye a educación y salud es bastante bajo. Creo que uno de los compromisos más grandes es el de incrementar la inversión social con un presupuesto sólido.

– LH: ¿Qué se necesita dentro de la polí­tica gubernamental para poder observar avances en desarrollo?

– BR: Estamos convencidos de que necesitamos un Estado fuerte y para eso se necesita una cierta cantidad de recursos que permiten hacer el Estado atractivo para los trabajadores, atraer el talento, tener una buena gestión y entrar al trabajo por resultados.

– LH: ¿Qué sucede con la transparencia en el gasto público?

– BR: La fiscalización del gasto público es importante. El Ministerio de Finanzas ha hecho serios esfuerzos para mejorar con instrumentos como el SIAF (Sistema Integrado de Administración Financiera); hay mucha más información disponible de lo que la población sabe. Hay información pero hay muy poco seguimiento de la sociedad civil y la población, porque no busca información para fiscalizar. Los esfuerzos como Guatecompras han sido muy positivos, sin embargo sabemos que no garantizan que todo está perfecto.

– LH: ¿Cuáles son sus expectativas acerca del trabajo que se realiza en el paí­s para erradicar la pobreza?

– BR: Aún es muy temprano para evaluar el trabajo que efectúa el nuevo Gobierno, sin embargo las remesas condicionadas representan un importante logro en el esfuerzo para combatir a la pobreza. Si se consiguen más ingresos para el Estado y además, se saben administrar, creo que en los próximos años se estará viendo el resultado de los proyectos y programas dirigidos a la salud y educación. El presupuesto para el próximo año es básico en materia de desarrollo social, al igual que la continuidad de los programas y el compromiso de las autoridades.