El presidente del COI pide paz para Tí­bet


Activistas de Reporteros Sin Fronteras ondean banderas como protesta de la represión que China hace a los habitantes del Tí­bet, en el marco del paso de la antorcha olí­mpica por Parí­s.

El presidente del Comité Olí­mpico Internacional (COI), Jacques Rogge, pidió a China que resuelva de forma pací­fica la situación en Tí­bet, que ha suscitado en todo el mundo una ola de protestas que prometí­a ser «espectacular» al paso de la llama olí­mpica hoy por Parí­s.


Rogge hizo este llamamiento en Pekí­n después de que la irrupción de manifestantes protibetanos y proderechos humanos empañase ayer el recorrido de la antorcha por Londres.

«Llamamos a una resolución rápida y pací­fica de la situación en Tí­bet, que ha desencadenado una ola de protestas en el mundo», declaró Rogge, que participa en una reunión de tres dí­as con los responsables del Comité Olí­mpico Chino.

«El paso de la llama olí­mpica ha sido atacado. El Comité Olí­mpico Internacional ha expresado su viva inquietud y ha llamado a una resolución rápida y pací­fica en Tí­bet», indicó Rogge.

«Sea cual sea la razón, la violencia no es compatible con los valores de la llama olí­mpica ni con los Juegos Olí­mpicos», agregó.

Tras la tumultuosa etapa londinense, donde la policí­a se enfrentó a los manifestantes y procedió a 37 detenciones, la antorcha llegó anoche a Francia.

La embajada de China en Parí­s anunció que esta etapa serí­a «una gran fiesta», pero la ONG Reporteros Sin Fronteras -que ya perturbó la ceremonia de encendido de la llama en Grecia- prometió llevar a cabo una acción «simbólica y espectacular» durante el recorrido de hoy.

Activistas protibetanos anunciaron asimismo un dí­a de protestas frente a la Torre Eiffel, pero no directamente en el recorrido de la antorcha.

Y el alcalde de Parí­s, el socialista Bertrand Delanoe, debí­a desplegar una pancarta gigante en la fachada del ayuntamiento en defensa de los derechos humanos.

La policí­a francesa preveí­a acordonar un perí­metro de seguridad de unos 200 metros en torno a la antorcha, que recorrerá 28 km en manos de 80 corredores desde la Torre Eiffel hasta un estadio situado en el sur de la capital francesa.

Un grupo de 65 policí­as motorizados, 100 bomberos, otros 100 agentes sobre patines y casi 50 vehí­culos con más de 200 antidisturbios debí­an proteger a los corredores.

La llama olí­mpica llega a Francia pocos dí­as después de que su presidente, Nicolas Sarkozy, aumentase la presión sobre China, al afirmar que no descarta boicotear la ceremonia de inauguración de los Juegos Olí­mpicos el 8 de agosto en Pekí­n.

El ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner, insistió hoy en que no se han puesto condiciones a la presencia de Sarkozy en Pekí­n, pero reiteró que todas las opciones siguen sobre la mesa.

«El presidente Sarkozy afirmó que todas las opciones están abiertas, que se puede seguir cualquier ví­a en función de cómo evolucione la situación», afirmó el jefe de la diplomacia francesa a la cadena de televisión LCI.

Pekí­n se enfrenta a la crí­tica internacional debido a la represión de las protestas en Tí­bet, que comenzaron el 10 de marzo y se extendieron a otras provincias chinas con población tibetana.

El gobierno tibetano en el exilio en Dharamsala (India) afirma que al menos 150 personas murieron como consecuencia de la represión.

El gobierno chino acusa por su parte a los manifestantes tibetanos de ser los responsables de la muerte de 20 personas, entre ellas dos policí­as, y atribuye los disturbios a la «camarilla separatista» del Dalai Lama, el lí­der del budismo tibetano y Premio Nobel de la Paz, que vive exiliado en India desde 1959.

China intentó de nuevo hoy desacreditar a los exiliados tibetanos afirmando que una lista con el nombre de 40 personas muertas es «totalmente falsa».

Es difí­cil confirmar esas informaciones debido a las restricciones que Pekí­n impone a los periodistas para entrar en Tí­bet y las provincias limí­trofes.

Tras Parí­s, la llama partirá a las Américas, donde recorrerá San Francisco el miércoles y Buenos Aires el viernes.