Guardando las difusas distancias entre poesía y política, al recordar algunos versos del bardo nicaragí¼ense Rubén Darío, podría escribir que «ya suenan los claros clarines» respecto a los nombres que se mencionan como futuros ministros y secretarios de Estado del Presidente electo ílvaro Colom.
De esa cuenta, el profesor y periodista Rubén Alfonso Ramírez, ex presidente de la APG, y los doctores en educación intercultural Anabella Giracca y en filosofía Olmedo España, suenan como candidatos a la titularidad del Ministerio de Educación, y se da por hecho que el actual embajador de Guatemala en Washington, el señor Guillermo Castillo, muy cercano a los altos círculos empresariales, retornará al Ministerio de Economía, de suerte que el sector patronal ya cuenta con su cuota de poder en el futuro gobierno.
También se comenta que el presidente electo Colom ya ha designado al valioso ambientalista Luis Ferraté, de larga y fecunda trayectoria ambientalista, al cargo del Ministro de Ambiente y Recursos Naturales; a su hombre de confianza í“scar Figueroa, en la Secretaría de Planificación y Programación, y al líder evangélico laico Francisco Bianchi, en la Secretaría de Asuntos Específicos.
Desde la óptica socialdemócrata, como se identifica el Presidente electo, los que se mencionan para el Ministerio de Educación Pública compaginan con el criterio sustentado por el futuro gobernante, de igual manera como ocurre con Ferraté y Figueroa, mientras que Bianchi, aunque de tendencia conservadora, apuesta por los grupos más necesitados; en tanto que Castillo cuenta con amplia experiencia en materias de política y economía exterior, y, de hecho, es el alfil del sector económico dominante del país, en las filas de la próxima administración pública.
Sin embargo, está sacando roncha entre los activistas y dirigentes de la UNE, e, incluso, en las corrientes de simples simpatizantes del ex candidato presidencial Colom, y aun entre los que sin haber votado por él se complacen de sus primeras actuaciones y declaraciones como presidente electo, que uno de los más conspicuos dirigentes del sector privado esté autopromoviendo su candidatura al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación, desde el cual tendría la oportunidad de realizar negocios con las empresas nacionales y compañías transnacionales dedicadas a la explotación de recursos ganaderos y forestales, con las cuales estaría vinculado.
Lo que más inquieta a los dirigentes y afiliados a la UNE y seguidores del presidente electo ílvaro Colom, es que el ingeniero Carlos Enrique Zúñiga Fumagalli, actual presidente del CACIF y quien en sus horas libres escribe una columna de opinión en el diario Prensa Libre (desde la cual pregona y defiende ardientemente el más puro estilo de la economía de mercado, sin la menor intervención del Estado subsidiario, para satisfacer las necesidades imperiosas de los grupos sociales más vulnerables), colisione frontalmente con los postulados de la socialdemocracia, porque ni siquiera es afín al pensamiento de sus colegas que están concientes de que sus empresas deben cumplir voluntariamente su compromiso social en el entorno donde se desenvuelven.
La hipotética presencia del señor Zúñiga Fumagalli en el MAGA sería contraproducente a la filosofía política de la sociademocracia, que aspira establecer el presidente electo, y podría semejarse al gobierno pro empresarial del presidente í“scar Berger, de tan magros resultados, porque no es lo mismo (como se demostró en el presente período) manejar una empresa con fines de lucro y sin sentido social, que administrar recursos del Estado.
Al parecer, empero, las ambiciones ministeriales del presidente del CACIF, no son avaladas ni compartidas por sus pares de directorio del grupo empresarial más importante de Guatemala, porque fue notoria la ausencia del aspirante a Ministro del MAGA en la reunión que el martes anterior sostuvo el Presidente electo con la dirigencia de esa organización patronal, lo que aliviaría la preocupación de las corrientes progresistas en el seno de la UNE.
(Romualdo Tishas le pregunta a la esposa de un empresario que se está autopromoviendo para Ministro de Estado: -¿Usted sabe cómo hacen el amor los leones? La dama replica: -No; mi marido es rotario).