El presidente Árbenz y la lucha por la tierra


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Este jueves 27 de junio se cumplirán 59 años de uno de los sucesos más dolorosos, pero a la vez esclarecedor de la lucha por la verdadera independencia como fue la renuncia del Coronel Jacobo Árbenz Guzmán al cargo de Presidente de Guatemala, en el marco de la agresión bélica orquestada por el gobierno de Estados Unidos, irritado por las medidas nacionalistas que el gobernante había puesto en marcha para crear un país independiente, desarrollado y moderno, en donde las mayorías populares pudieran realizar su vida en un ambiente de dignidad y justicia social.

Félix Loarca Guzmán


El prestigiado académico doctor Carlos González Orellana, recuerda que el eje central del programa de gobierno del presidente Árbenz fue la Reforma Agraria y todas las medidas concomitantes, para lograr la elevación de las condiciones de existencia de los sectores indígenas y campesinos.

La estructura de la tenencia de la tierra en pocas manos, históricamente ha sido y es uno de los problemas más vergonzosos del país, pues constituye una de las principales fuentes de pobreza, hambre, miseria, desigualdad, y en general de conflicto social. Según estudios de organizaciones internacionales, el uno por ciento de los sectores oligárquicos posee el 80% de la tierra cultivable.

El 17 de junio de 1953, el presidente Árbenz sancionó la Ley de Reforma Agraria, mediante la cual el gobierno entregó tierras a centenares de familias campesinas.

En opinión del Historiador Edeliberto Cifuentes, esa ley estaba destinada a romper el peso de más de 400 años de una estructura agraria contraria a la condición humana, que era portadora de racismo, impunidad y pobreza, desmontando el poder de la clase dominante local y de los intereses estadounidenses representados por grandes compañías transnacionales como la United Fruit Company.

Esos grupos, dueños de latifundios inexplotados, pusieron el grito en el cielo, hasta desembocar en la invasión armada de mercenarios patrocinada por el Gobierno de Washington. La agresión fue de tal magnitud, que aviones piloteados por aviadores estadounidenses bombardearon el país.

El 27 de junio de 1954, el presidente Árbenz se dirigió al pueblo anunciando que con la esperanza de detener la agresión extranjera y devolverle la paz al país, presentaba su renuncia. Los principales jefes castrenses lo habían traicionado. El Coronel César Augusto Silva Girón, fue uno de los pocos militares que con profundo patriotismo y al frente de unos pocos soldados valerosos, se enfrentó a los invasores derrotándolos en la histórica batalla de Gualán, en el departamento de Zacapa.

El historiador Cifuentes considera que Árbenz es una figura emblemática del Siglo XX, quien quebrando una tradición de militarismo servil, se hizo parte de una generación que recogía los anhelos libertarios de Simón Bolívar.