En los últimos tiempos, el poder local se ha fortalecido considerablemente. Ahora los candidatos presidenciales buscan más el apoyo de los líderes municipales para impulsar sus proyectos. Hasta hace algunos años, las principales decisiones de política se tomaban desde la administración central del Estado, dejando relegadas a las municipalidades. Esto va cambiando paulatinamente, porque cada vez se hace más imperiosa la necesidad de llegar a acuerdos con liderazgos menores para poder gobernar el país. Los Estados nacionales tradicionales están cediendo funciones, atribuciones y recursos a los municipios, para que sean más eficientes en la conducción de la sociedad. El Estado debe reservarse el derecho de intervenir en los asuntos comunitarios cuando se salgan de su cauce, como pasó en las elecciones en algunos municipios que rechazaron la reelección de sus alcaldes. De ahí, el Estado debe apoyar los proyectos e iniciativas de los municipios y complementarlos.