El poder económico tiene ya candidato presidencial


Desde que el alcalde ílvaro Arzú anunció su anhelo de volver a figurar de candidato presidencial, han abundado opiniones de editorialistas, abogados y columnistas que aseguran tajantemente que el Jefe del Ayuntamiento capitalino no puede optar a ese cargo, porque ya lo ocupó con anterioridad, conforme lo establece el artí­culo 187 de la Constitucional Polí­tica.

Eduardo Villatoro

Señalan que esa norma constitucional es pétrea, en el sentido de que es imposible reformarla, fundamentalmente porque el artí­culo 281 estatuye que no se pueden modificar los artí­culos 186 y 187, entre otros.

Pero empresarios y polí­ticos que apoyan las pretensiones de Arzú  argumentan que expertos constitucionalistas «no alineados con partido alguno» coinciden que la forma más sencilla para superar ese enorme obstáculo legal -que pareciera insalvable- es invocar convenios internacionales de los cuales el Estado de Guatemala es signatario, tal como la Convención Americana de Derechos Humanos (o Pacto de San José).

Al respecto, recibí­ artí­culos de opinión del periodista Roberto Oliva Alonso en su portal cibernético, correspondientes al 15 de este mes, y en uno de ellos revela que: «El poder económico ya tiene candidato», a la Presidencia de la República, por supuesto, y que el ungido del gran capital serí­a cabalmente el alcalde Arzú, porque considera que sí­ puede ser inscrito como aspirante a la Silla Grande, en vista de que si el Tribunal Supremo Electoral, la Corte Suprema de Justicia y la Corte de Constitucionalidad llegasen a denegar la inscripción del supuesto pretendiente, los abogados constitucionalistas que respaldan al burgomaestre metropolitano apelarí­an a los convenios internacionales que amparan los derechos humanos de los habitantes de los estados signatarios, y que en el caso de Guatemala esas normas son superiores a la propia Constitución Polí­tica, y de ahí­ que estarí­a allanado el camino de Arzú para ser candidato presidencial.

Similar argumento legal argí¼ido en su oportunidad por los abogados del general Rí­os Montt, respecto a los artí­culos constitucionales citados, para inscribirlo.

En el mismo mensaje cibernético, Oliva Alonso afirma que: «La familia Gutiérrez Bosch, después de un cabildeo con los miembros más prominentes del Poder Económico (sic), invitó a los representantes de las (otras) familias más poderosas de Guatemala a una reunión», y que durante este encuentro se habrí­a discutido la necesidad de que la oligarquí­a retome el control total del Estado, es decir, «dejar de tener prestanombres en la Presidencia», a fin de ejercer la plena y directa autoridad.

Oliva Alonso revela que «contra lo que se pensaba», los Gutiérrez se reconciliaron, en el sentido de que «el tí­o Arturo hizo las paces con sus sobrinos, Dionisio y Juan Luis», puesto que, después de todo, lo que los separaba «era cuestión de dinero, que precisamente es lo que les sobra», de manera que «los sobrinos decidieron pagar al tí­o Arturo lo que le correspondí­a y (asunto) resuelto».

Según esta versión no confirmada cabalmente, Arzú «también hizo las paces con los Gutiérrez», lo que habrí­a determinado el consenso del poder económico de apoyar tales aspiraciones presidenciales, y la apelación de los citados recursos legales para lograr su inscripción.

Sin embargo, otra anónima fuente me llamó por teléfono para revelarme que el ungido de los grupos oligárquicos habrí­a sido Juan Manuel Gutiérrez, hijo del «Tí­o Arturo», de  suerte que los millonarios del paí­s habrí­an descartado al alcalde Arzú.

Todo lo dicho podrí­a ser sólo rumor.

(El ex candidato presidencial de la URNG Miguel íngel Sandoval se encuentra gravemente enfermo. Se requiere la ayuda de amigos para sufragar los elevados gastos médico-hospitalarios. Cuenta 01-0017812-9 del Banco G&T Continental, a nombre de Celso Morales).