Para teorizar sobre este tema económico y para una mejor comprensión, habré de dividir este artículo en tres partes. La primera, una aproximación teórica del significado del poder de compra, la segunda su incidencia en la configuración de los pesos económicos mundiales y la tercera una contextualización en el marco de lo que denomino una inflación mundial y cómo esto nos afectará en el corto, mediano y largo plazo. Previo a mi formación como politólogo estudié algunos años en Costa Rica Economía Internacional, por esa razón siempre he considerado importantísimo el manejo de los temas económicos para el análisis político.
Para empezar, el poder de compra se puede interpretar desde la teoría económica de diferentes maneras; desde el reflejo del valor del dinero en términos de bienes y servicios, pasando por los mercados financieros y bursátiles, canasta básica (medible en función de la inflación), política fiscal (ingresos y egresos del Gobierno) y finalmente (aunque pudieran haber muchas otras más) la fortaleza que la divisa otorga en el mercado internacional.
Visto desde un contexto global, al conjugar todas las definiciones económicas anteriores, llegaríamos a la conclusión que un poder hegemónico económico es aquel que reúne un nivel optimo en adquisición de bienes y servicios, mercados financieros consistentes, satisfacción en el consumo de canasta básica, saneamiento económico y fortaleza en su moneda, entre otras premisas. He de hacer notar que la geopolítica plantea la hegemonía económica dentro del estudio de la geoeconomía.
Al referirnos a la configuración de los pesos económicos mundiales sugiero tener en cuenta una de las ultimas publicaciones del Banco Mundial titulado Indicadores de Desarrollo Global, que sitúa a la economía estadounidense como la primera del mundo. China en segundo lugar e India como la cuarta, tema tratado por en mí articulo «El Elefante y el Dragón».
Un dato a tener en cuenta en la configuración de los pesos económicos mundiales indudablemente tienen que estar vinculados al Producto Interno Bruto (PIB), que mide nivel de producción. Así mismo la Paridad de Poder de Compra, tema controvertido para los economistas mide lo que una unidad de la divisa de un país puede comprar. Así mismo habría que tomar en cuenta otros elementos tales como la capacidad de ahorro del ciudadano promedio, el nivel de endeudamiento y la capacidad de pago.
Habrá que tenerse en cuenta así mismo, al momento de analizar dentro del proceso de inflación mundial -al cual personalmente considero nos movemos- los movimientos de la economía norteamericana, la capacidad de poder de compra y de pago, la política económica de los últimos años, la bajada y subida de impuestos, la crisis hipotecaria, el endeudamiento masivo, la importación de capitales foráneos, primordialmente asiáticos, la incapacidad de ahorro interno, la inestabilidad de los precios del petróleo y el presupuesto militar.
Soy de los que considera que el arribo de la economía china al primer lugar es cuestión de pocos años, salvo obviamente, de un giro importante en el manejo de la política económica de los Estados Unidos, que emerja un nuevo poder económico como la Unión Europea o Japón o un mal paso en la política económica china que sin duda deberá considerar su crecimiento demográfico.
Para finalizar he de mencionar que el poder de compra de los hispanos en los Estados Unidos ha mantenido una tendencia importante de crecimiento en relación al resto de la población americana, con unos 736 mil millones de dólares continúan siendo un segmento cautivo para el comercio y para la dinamización de la economía estadounidense.
Politólogo con orientación en Relaciones Internacionales y estudios de post grado en Política y Derecho Internacional.