Muchas de las familias guatemaltecas acostumbran adornar sus casas de manera natural en estas fechas, por las festividades de fin de año; sin embargo, esto está causando que el Pinabete, árbol preferido para su utilización como «arbolito navideño», esté en peligro de extinción.
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Desde varios años atrás, la comercialización y el corte del pinabete fueron prohibidos por las leyes guatemaltecas, a pesar de lo cual las autoridades del país deben de mantener estrictos controles a finales de cada año, ya que muchos hacen caso omiso de la prohibición.
De manera ilegal, muchos comerciantes son sorprendidos llevando ramas de pinabete escondidas en compartimentos «secretos» de automóviles; además las comunidades que viven cerca de las grandes reservas de pinabete acostumbran utilizarlo para, entre otras cosas, leña y los famosos «arbolitos navideños».
En un comunicado de prensa, el Consejo Nacional de íreas Protegidas (Conap) advierte sobre las sanciones que se le estarán imponiendo a toda persona que sea sorprendida transportando ramas de pinabete para su comercialización. Las sanciones serán de 5 a 10 años de prisión y multas de hasta 20 mil quetzales.
Para hacer cumplir la ley, la Policía Nacional Civil, año con año, lanza su programa de control de pinabete, en el que realizan operativos en carretera para capturar a quienes se sorprenda infringiendo este precepto.
Donald González, portavoz de la PNC, manifestó que los operativos ya comenzaron, en coordinación con otras instituciones como el INAB y el Conap, y que ya empezaron a dar algunos resultados.
Además agregó que los operativos durarán todo este mes y hasta finales del próximo, para garantizar la no comercialización de tan importante árbol en el país.
El pinabete es una especie nativa de Guatemala y única a nivel mundial. Su distribución natural, geográficamente, se circunscribe a los departamentos de Totonicapán, Quetzaltenango, San Marcos, Huehuetenango, Quiché, Zacapa (Sierra de las Minas) y Jalapa (Cerro Miramundo).
Puede llegar a alcanzar una altura de 50 metros y produce semillas cada dos años, lo que pone en riesgo a la especie a la hora que le son cortadas las ramas, ya que de ahí nacen las mismas. De todas las semillas que producen, únicamente del 10 al 20 por ciento logran sobrevivir y llegar a crecer.
La producción de pinabete alcanzaba los 558 mil 858 hectáreas originalmente, sin embargo con el paso del tiempo y la tala desmedida de bosques, esta se ha reducido considerablemente; para el año 1979 se reportó un área de distribución natural de 71 mil hectáreas y de acuerdo con un estudio realizado por el Conap, en el año 1999, se identificaron 63 sitios, que suma un total de 39 mil 208 hectáreas, de las cuales 25 mil 255 son de bosque puro, en el que predomina la especie.
En un diagnóstico de la situación actual del pinabete, realizado por Conap, demuestra que únicamente existen 27 mil 548 hectáreas de esta especie, en 94 extensiones de tierras.
El pastoreo de ovejas y cabras en el bosque: lo cual repercute en la poca regeneración natural, la deformación de árboles jóvenes, la compactación y erosión del suelo.
El cambio de uso del suelo: lo que provoca la deforestación para ganar tierras agrícolas y la tala de bosques de pinabete para conseguir nuevas áreas de pastoreo.
Incendios forestales: afectando a los bosques de pinabete y la regeneración natural.
Extracción de madera: provoca la pérdida de la calidad genética cuando la tala se realiza sobre los ejemplares más robustos, rectos y sanos.
El desramado y corte de la regeneración: son utilizados para la fabricación de árboles de Navidad, causando la deformación, debilitamiento de los árboles y desaparición de la especie, porque es precisamente en esa época donde produce semillas (actualmente es la problemática que más amenaza la supervivencia de la especie).
En la actualidad el Consejo Nacional de íreas Protegidas, Conap, trabaja en siete líneas específicas para la conservación del pinabete.
1) Estructura de dirección y coordinación de la estrategia: Esta línea de acción tiene como objetivo principal dirigir y coordinar la Estrategia Nacional para la Protección, Conservación y Fomento de los Bosques Naturales y Plantaciones de Pinabete (Abies guatemalensis Rehder) en Guatemala.
2) Educación, promoción y divulgación para la conservación del pinabete: Este componente tiene como objetivo principal generar conciencia ambiental en la sociedad guatemalteca, sobre la importancia de la utilización sostenible del pinabete.
3) Conservación de bosque natural con presencia de pinabete: Uno de los objetivos de este componente es mantener e incrementar las poblaciones naturales con presencia de la especie de pinabete.
4) Producción y comercialización de pinabete: Mediante el establecimiento y manejo de plantaciones, el presente eje de acción tiene como objetivo principal, promover y fomentar las plantaciones de pinabete en las áreas de adaptación en Guatemala y como también la responsabilidad de que las plantaciones satisfagan la demanda de productos y subproductos del pinabete dentro del marco de la producción sostenible.
5) Aplicación de instrumentos económicos para el fortalecimiento de áreas de conservación de pinabete: En apoyo a la gestión de la Estrategia, para que se dé el fomento de los bosques naturales y plantaciones de pinabete, se deben utilizar mecanismos económicos, que permiten favorecer la conservación de los bosques con distribución natural de pinabete y apoyar la sostenibilidad financiera de la Estrategia.
6) Observancia sistemática del cumplimiento de la normatividad legal vinculada con la conservación del pinabete: El objetivo principal de este componente es evaluar permanentemente las actividades vinculadas con la utilización de productos y subproductos obtenidos de plantaciones de pinabete, lo que permite reducir y eliminar las actividades ilegales en el aprovechamiento y comercialización.
7) Generación de información básica: Para apoyar el manejo y conservación del pinabete, esta línea de acción es transversal a todas las demás acciones propuestas, es decir, deberán realizarse investigaciones de todo tipo, que permitan validar y/o modificar las acciones propuestas. Se deben coordinar esfuerzos con instituciones y organizaciones académicas, técnicas y científicas, realizando permanentemente investigaciones vinculadas con el pinabete.