El precio del barril de petróleo se acercó descaradamente esta semana al umbral histórico de los 100 dólares, propulsado por magros inventarios estadounidenses antes del invierno, una creciente demanda y la debilidad del dólar.
El principal contrato a futuro de Nueva York, el «light sweet crude» para entrega en diciembre, subió 46 centavos a 95,92 dólares hacia las 11:00 (hora de Guatemala), tras registrar el miércoles un récord histórico a 98,62 dólares ante la expectativa de una caída de los inventarios energéticos estadounidenses.
Ayer, en Londres, el barril de Brent del mar del Norte para entrega en diciembre ganó cuatro centavos a 92,93 dólares, tras una marca histórica el miércoles a 95,19 dólares.
«Los participantes en el mercado se preocupan de que una mayor desaceleración de la economía estadounidense afecte la demanda de energía del mayor consumidor mundial», explicó Michael Davies, analista de Sucden en Londres.
«Parece que en este momento los inversores están concentrándose en la perspectiva a corto plazo de la economía estadounidense, pese a que aún se considera que a largo plazo la demanda mundial de crudo superará a la oferta», añadió.
El presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Ben Bernanke, esbozó el jueves un sombrío panorama de la economía estadounidense que alimentó la especulación sobre un nuevo recorte de las tasas de interés estadounidenses.
Los comentarios de Bernanke impulsaron el dólar a un nuevo mínimo contra el euro, lo cual torna al crudo más barato para los compradores de fuera de la zona dólar e impulsa la demanda de oro negro.
Los precios del petróleo fueron impulsados esta semana por varias preocupaciones sobre la oferta a raíz del cierre de plataformas petroleras frente a la costa de Noruega debido a fuertes tormentas en el mar del Norte.
Noruega es el quinto exportador mundial de petróleo, y en septiembre produjo 2,179 millones de barriles por día (mbd).
Los disturbios en Yemen, productor de petróleo, también sostuvieron los contratos a futuro. Enfrentamientos entre tribus yemeníes y el personal de seguridad que protege allí a una compañía petrolera ucraniana dejaron 16 muertos en la provincia de Shabwa, al este de la capital.
Yemen, una de las naciones más pobres del mundo pese a su proximidad con Arabia Saudita, primer exportador mundial de petróleo (nueve millones de b/d), produce unos 380.000 barriles por día.
Más de la mitad de la producción es exportada, pero Yemen no es miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), cuya canasta de crudos, que sirve de referencia a la política de producción del cartel, superó esta semana los 90 dólares por primera vez.
Brasil indicó asimismo esta semana que había descubierto enormes reservas en el sur que podrían convertir al país en uno de los mayores productores de petróleo del mundo.
Las ganancias de los contratos del petróleo a futuro, por otro lado, se vieron limitadas esta semana por la noticia de que los inventarios energéticos estadounidenses cayeron menos de lo esperado, en 800.000 barriles contra los 1,7 millones pronosticados por los analistas.