El Parlamento aprueba salario mínimo en Alemania


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Los legisladores alemanes aprobaron ayer la introducción del primer salario mínimo a nivel nacional, un triunfo para el principal partido de centro-izquierda que la canciller Angela Merkel —escéptica de la medida desde hace tiempo— describió como un «doloroso» acuerdo político.

Por GEIR MOULSON, BERLÍN Agencia AP

La mayoría de los trabajadores en la economía más grande de Europa tendrán garantizado el pago de al menos 8,50 euros (11,60 dólares) por hora según la nueva ley, que entrará en vigencia el 1 de enero. Algunos empleadores contarán con dos años para implementar el salario mínimo, mientras que las personas menores de 18 años quedarán exentas de él, así como los que han estado desempleados durante seis meses cuando regresen a laborar.

El gobierno de Merkel tomó la medida a insistencia de sus socios de coalición desde diciembre pasado, los socialdemócratas de centro-izquierda. Éstos se unieron al gobierno después de que los conservadores de la canciller ganaron los comicios el año pasado pero no lograron una mayoría en el Parlamento.

La ministra del Trabajo Andrea Nahles, socialdemócrata, dijo que 3,7 millones de personas se beneficiarán directamente del salario mínimo, que consideró «trae consigo un poco más de equidad a los negocios y a la sociedad y fortalece a Alemania».

Los legisladores votaron 535-5 con 61 abstenciones en favor del salario mínimo.

Las encuestas muestran que el sueldo mínimo es popular, pero los conservadores de Merkel lo han respaldado sin entusiasmo, pues les preocupa que pueda generar pérdida de empleos.

Durante décadas, los acuerdos alemanes sobre el salario mínimo han sido examinados exhaustivamente parte por parte entre los sindicatos y los empleadores. Hasta ahora, Alemania ha sido una de las pocas naciones industrializadas sin un salario mínimo nacional fijado por el gobierno.

Merkel dijo que la decisión requirió «dolorosas soluciones negociadas» en las que tuvo que hacer concesiones con el fin de asegurar un gobierno estable.

«Ahora ha sido aprobado y tendremos que ver que sea implementado en forma sensata», afirmó en una conferencia organizada por un grupo que es crítico de las políticas del gobierno y que está vinculado con el partido de la canciller.

Reconoció que «ciertamente existen riesgos» en la ex Alemania Oriental, que aún marcha detrás de la parte occidental en el aspecto económico.