Sus argumentos son, el Parlacen ya cumplió como órgano polí­tico en los Acuerdos de Paz y en el Protocolo de Tegucigalpa. Y para el resto sólo funcionará si se le hacen reformas fundamentales y a las bases de la SICA para empezar de cero. Su autorizada opinión: Los Presidentes del istmo de Centroamérica deben concederle facultades vinculantes a sus resoluciones, de lo contrario  no tiene capacidad para intervenir en ningún proceso: que sí­ es oneroso para los paí­ses integrados porque aporta cada uno casi un millón de dólares anuales; que hasta hoy no se aprecia ningún efecto positivo de su gestión; menciona otros problemas; pero lo importante es que hay que creerle, pues durante su gestión gobernante se creó el Parlacen.