La noticia está para Ripley: cerca del 40 por ciento de las personas que ya tienen su documento personal de identificación (DPI) corren el riesgo de no poder votar porque su documento tiene defecto. Es probable que los empadronados aparezcan casados cuando en realidad están divorciados o su identidad sea distinta por error en la trascripción de nombre.
    La noticia desde ayer ha sonado y el director del Registro Nacional de las Personas (Renap) no ha podido ser más sincero. Jorge Matheu, director Ejecutivo del Renap, aseguró que el actual registro civil «es cero por ciento confiable», por lo que deben depurarlo antes de enviar al Tribunal Supremo Electoral (TSE) los datos de quienes ya tienen DPI.
    «Lo más recomendable es que el día de las elecciones, los ciudadanos acudan a las urnas con cédula. Si ya tiene su DPI, busque su cédula y preséntela ese día», recomendó Matheu.     Todo esto no hace sino colocar al Renap como la institución insigne del fracaso administrativo del gobierno de Colom. Y nosotros pidiendo seguridad, mire qué absurdo, si los muchachos no pueden ni siquiera poner orden en una tarea que cualquier persona con medianas cualidades haría de inmediato. Porque, no me diga que la tarea del Renap es «misión imposible».
     Aquí lo que sucede es una ineficiencia que debería ser condecorada con honores, «summa cum laude». Deberíamos crear un premio nacional que imite el ya conocido «Premio ig noble» cuya definición le cuadra al gobierno a la perfección «es un premio «innoble» que se caracteriza por la vileza, bajeza o mezquindad».
     Lo más admirable en los muchachos que bregan en la administración Colom es que rápido tienen la solución a los problemas. Fíjese cuánta sabiduría. Matheu dice que no debemos preocuparnos porque de todos modos la solución la han contemplado. Eso sí, tiene un costo de 8 millones de quetzales. O sea que a meter mano al erario público, crear impuestos o pedir prestado al extranjero. «No es un problema sin solución. Si se le otorgan al Renap los recursos económicos necesarios y se agiliza el proceso de contratación de la empresa encargada de depurar el Registro Civil, será posible entregarle la información al TSE antes del cierre del padrón», explicó con tranquilidad el buen Matheu. Ya ve, entonces, por qué no podemos aspirar a la solución de problemas más complejos. Si nos hacemos bolas y nos ahogamos en un charco, cómo pedir al Gobierno que nos resuelva los problemas económicos, la violencia, la contaminación de los bosques, las extorsiones, el transporte urbano, etc, etc, etc. Aceptémoslo: estamos fritos.