El papel de los medios


Editorial_LH

Como todo en la vida, llega un momento que los modelos originales se quedan cortos para determinadas circunstancias y estimamos que precisamente eso es lo que nos ha pasado a los medios de comunicación en Guatemala.

Los periodistas, al igual que el ciudadano común y corriente, estamos cansados de venir publicando durante años las muertes, los actos de corrupción, tráfico de influencias, impunidad e injusticias de las que somos víctimas los miembros de la sociedad.


Y la gran mayoría de medios se han dedicado a atacar los hechos del momento en lugar de las causas de orígen de los problemas. Se detallan cuántos fideicomisos existen en el medio, pero no por qué estos no deben existir. Es más fácil dar las estadísticas del robo de celulares, que intentar evidenciar y explicar por qué se los siguen robando.

Y claro que es más fácil señalar los actos de corrupción cuando los actores no son miembros de “pedigrí” de la sociedad. Pero, ¿nos ha dado resultado esa fórmula? Nosotros consideramos que no y que si deseamos que Guatemala cambie, debemos también variar la forma en que encaramos los problemas del país.

Le exigimos todos los días a los políticos que den la cara, a una sociedad que salga de la modorra colectiva que facilita que en nuestra cara se dilapiden y repartan los recursos al sabor y antojo de los políticos, sus financistas y demás entretelones del poder y por tanto, los medios debemos comprometernos aún más a desnudar los orígenes de los problemas.

Entender el perverso juego de por qué nuestra Guatemala es lo que es al día de hoy no es fácil, pero sí es una tarea a la que debemos entregarnos con corazón, alma y “atributos”, como decía nuestro fundador, porque solo así podremos enfrentar las causas del mal que hábilmente han ocultado.

Nos hemos entretenido en el señalamiento del día a día, en hechos casi idénticos en los que basta con cambiar los nombres, pero no en las causas de los males. En las Redacciones de los medios se bromea que se debe apuntar lo que hacen los políticos en la guayaba y lo que critican los que están abajo, porque será la misma receta que aplicarán en el poder y de eso no hay duda.

Los medios no somos poseedores de la verdad absoluta y no siempre tendremos todas las respuestas, pero debemos hacer nuestro mejor esfuerzo. Los medios estamos llamados a no tener agendas ocultas, a entregarnos a nuestros lectores, a nuestros compromisos y anhelos y no a los anunciantes. Con ellos, se puede y debe tener una relación comercial clara y transparente y otra de unión para las causas del país.

Los medios oímos los dolores del país y su gente, pues los reportamos todos los días; es momento que tratemos de evitarlos evidenciando la raíz de los problemas.

Minutero
No es gracia hacerle verso
al triunfo de tanto picarazo
que en este sistema tan perverso
se terminan gozando su pedazo