El Papa abre las puertas a los anglicanos


El papa Benedicto XVI y el jefe de la Iglesia anglicana, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, se reúnen el sábado en el Vaticano, en un momento muy delicado después de que la Iglesia católica abrió de par en par sus puertas a los anglicanos más tradicionalistas.


El encuentro habí­a sido fijado hace mucho tiempo pero ahora adquirió un tono diferente debido a la entrada a la Iglesia católica de cientos de anglicanos de todo el mundo, en particular de Estados Unidos y Australia, entre ellos unos 20 obispos, tras 500 años del gran cisma del siglo XVI.

El Vaticano divulgó el pasado 9 de noviembre la Constitución Apostólica, que permite una conversión colectiva al catolicismo de los tradicionalistas anglicanos decepcionados de la visión extremadamente progresista de su iglesia.

La «Constitución Apostólica» autoriza el nacimiento de una «estructura canónica» especí­fica para los nuevos «anglicanos católicos».

Con esa decisión la jerarquí­a de la Iglesia católica quiere facilitar el ingreso en su seno de los anglicanos contrarios a la evolución de su propia iglesia, sobre todo en temas como la apertura a la homosexualidad y la ordenación de mujeres obispos, lo que generó fuertes divisiones.

La iniciativa habí­a sido anunciada por el mismo Papa en octubre, lo que habí­a generado reacciones dentro y fuera de la Iglesia católica, acusada de querer unificar los sectores más conservadores.

La nueva estructura podrá aceptar a los sacerdotes casados, aunque los obispos anglicanos casados que se acojan a la nueva congregación no serán reconocidos como obispos y los sacerdotes que entren en ella no podrán casarse después.

La máxima autoridad espiritual anglicana, el obispo de Canterbury, Rowan Williams, reconoció que habí­a sido informado a última hora en una misiva dirigida a sus fieles.

Para la prensa británica, la reunión entre los jefes de la iglesia católica y la anglicana, corre el riesgo de convertirse en un «enfrentamiento».

«Es potencialmente la situación más explosiva en las relaciones entre católicos y anglicanos después de la Reforma en el siglo XVI», escribió Times de Londres.

Para el vaticanista Bruno Bartoloni, quien cubrió para la prensa internacional por 40 años las informaciones de la Santa Sede, los dos intentarán mostrar «que los mueve la buena voluntad y que el ecumenismo, el diálogo entre las religiones, continúa», dijo.

«Pero la verdad es que ese diálogo fracasó», aseguró.

«Los anglicanos reaccionarios ingresarán en la iglesia católica, que no aceptará jamás la ordenación de mujeres sacerdotes y eso les conviene a los dos», comentó.

En Roma, el presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, Walter Kasper, aseguró que la entrada de los anglicanos no constituye un «nuevo ecumenismo».

En un artí­culo, el diario de la Santa Sede, L»Osservatore Romano, reconoce entrelí­neas que la iglesia pecó en este caso de falta de método.

«Si se trata de conversiones individuales como colectivas, el diálogo ecuménico debe ser transparente, manejado con tacto y estima recí­proca», escribió.

Numerosos anglicanos pasaron al catolicismo por protesta después de que en 1992 se autorizó la ordenación de mujeres.

Para el experto en asuntos religiosos estadounidense John Allen, si es verdad que numerosos anglicanos aprovecharán la oportunidad de ingresar al catolicismo, el número de católicos que han recorrido el camino inverso es mucho mayor.

La Iglesia anglicana cuenta con 77 millones de fieles en todo el mundo, mientras la católica alcanza los 1.100 millones.