“En una etapa de su vida, Carlos desempeñó algunos cargos políticos; pasó por el pantano, pero el pantano no lo atrapó”.
Las anteriores palabras fueron parte de la homilía que el Cura Párroco de la Iglesia de San Fermín de la zona 13 en la capital de Guatemala, pronunció el pasado sábado al oficiar una Misa de Acción de Gracias a Dios por los 80 años de vida que cumplió el doctor Carlos Gehlert Matta.
El sacerdote destacó de esta manera la trayectoria ejemplar del referido profesional de la medicina, quien es recordado en diferentes sectores de la sociedad como el mejor Ministro de Salud Pública que ha habido en Guatemala durante la época contemporánea, con una rectitud y honestidad reconocidas no solo en el ámbito nacional, sino también en los círculos internacionales.
En la iglesia estuvieron presentes la inseparable compañera de su vida, la amorosa señora Lucrecia de Gehlert, sus hijos, sus nietos, sus nueras, yernos y numerosos amigos.
El Cura Párroco dijo que en esta ocasión, el doctor Gehlert Matta, estaba dando infinitas gracias a Dios por haberle otorgado el regalo de la vida humana, permitiéndole el privilegio de vivir 80 años al servicio de la Iglesia de Cristo, de su familia y de su Patria.
Durante un largo período, el doctor Carlos Gehlert Matta, laboró como Profesor de la estatal Universidad de San Carlos, impartiendo clases en el campo de las Ciencias de la Salud. Muchos de los actuales médicos y odontólogos fueron sus alumnos.
También fungió como Diputado al Congreso de la República, en una etapa de muchos riesgos para el desarrollo de la actividad política.
Entre los años 1988 y 1991, en el gobierno del Presidente Vinicio Cerezo, desempeñó el puesto de Ministro de Salud Pública, impulsando acciones destinadas a dar prioridad a la salud preventiva como la incorporación del flúor en el agua potable.
Asimismo promovió la realización de una exitosa campaña de vacunación infantil, que las páginas de la historia registran como el mayor esfuerzo para la protección de los niños ante el peligro de enfermedades que podían ser prevenibles mediante procedimientos sencillos y baratos. Esa jornada cuyo lema fue: “Es mejor vacunar que lamentar”, permitió sentar las bases para la erradicación de la polio en Guatemala.
Sin duda, el doctor Gehlert Matta, médico salubrista de honda inspiración cristiana, debe sentirse satisfecho por su fecunda labor y por la enorme contribución a favor de la salud del pueblo de Guatemala.
Muchos de los representantes de los medios de comunicación, lo recuerdan con afecto, pues siempre fue cordial y atento con ellos facilitándoles el acceso a las fuentes del ramo de salud pública. En reciprocidad, los reporteros de los distintos medios, le otorgaron el Premio de la Manzana, un reconocimiento simbólico por su política de respeto a la labor de la prensa.