El pan del conocimiento es la palabra que se debe de compartir en los templos, iglesias y casas de oración. Esta no es una prédica más como todas, esta es una prédica especial que trata del Pan Espiritual que abrirá los obstruidos Y adormecidos dones del conocimiento, de que toda criatura que vive es obra elevada del Espíritu Santo.
Jesús Alvizures / A-1 606839
EL Pan compartido es aquel que alimenta, que da fuerza, que da estabilidad en todos los campos transitados, materiales y espirituales, que día a día el alma recoge para su asimilación; alimentación que después será compartida, porque el pensamiento se transformó en la palabra de vida para todos los que con atención escuchan este mensaje que hoy se presenta y que es del Señor Jesucristo, que busca adherirse a quienes han tenido desdicha en su corazón.
Pues í‰l con su presencia le hará una nueva y dinámica criatura, misma que le rendirá tributo en oración, diciéndole: “Bendito seas, Padre mío, por los siglos de los siglos de vida de la humanidad. Porque yo sé que en ti he encontrado la paz que siempre anhelé y aquí me quedaré cantándote para que escuches mi voz sedienta que, en medio de esta jungla de la Tierra, te reclamaâ€.
JESíšS tiene la salvación del mundo, siempre y cuando se haga su voluntad en el Evangelio compartido y que es el cuerpo del cual recibiremos sanación en el nombre poderoso de Jesucristo, Espíritu hecho hombre para entregar las buenas nuevas de salvación, no una salvación ficticia como la que ofrecen muchos charlatanes de mi Evangelio, de mi doctrina, sino una salvación sustentada sobre las bases sólidas del amor y la misericordia, que es y será luz en el sendero.
Porque los senderos de la vida se han oscurecido, y necesaria es su iluminación, para que las almas, ¡prodigio de Dios!, no se pierdan, no extravíen el camino que va hacia el Padre, en el nombre poderoso de Jesucristo.
Todos los cofines de la Tierra se estremecerán en la abolición del pecado, que será enterrado para que no incursione más en el pensamiento del hombre y le dé malos y pervertidos caminos, en los cuales jamás encontrará el amor de Jesucristo que le reclama, pues es uno de los hijos descarriados ante la amenaza del enemigo que quiere perderlo, llevándole al abismo de sus propias dolencias espirituales.
Y no pensemos más en la maldad, pensemos en llevar agua fresca del arroyo a quienes andan en busca de saciar su sed de conocer y adentrase en la palabra, el Evangelio que se predica en los círculos de corte cristiano, que busca dar un camino verdadero a sus seguidores, porque no es, dice el Señor, nada más de pedir y recibir esto, hay que hacerlo con mucha abnegada fe, en aquello que no se ve, pero que sabemos que existe y que escuchará nuestros ruegos, nuestras imploraciones.
En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, bendito sea el mundo y su gente, pues en esta era de miseria y dolor hay que implorar la presencia del Hijo de Dios, para tener una sustantiva comunión con í‰l y no ser arrastrado por los inicuos sentimientos de maldad que día a día se gestan en los senderos de la vida, pero se debe de creer en lo grande y poderoso que es tener al Espíritu milagroso del Señor.
Sí Jesucristo está en nosotros, a nada le temeremos; seremos vencedores en los dominios terrenales que, para unos es un paraíso y para otros un infierno. Alejémonos de todas las tentaciones y busquemos el bondadoso corazón de quien nos dará alegrías y conformación en una vida feliz.
Templo IGLESIA DE JESUCRISTO, LA RENOVACIí“N DE LOS EVANGELIOS- sede el Mundo- WWW-Concepto de Dios – blogspot- com.