El escándalo del romance entre el padre Alberto Cutié y Ruhama Canellis tomó un giro inesperado cuando se dio a conocer la «amistad» de la novia del sacerdote con uno de los «paparazzi» que captó las imágenes de la controversia.
El Padre Alberto dijo en su primer sermón que «la iglesia enseña que hay que saber perdonar», señaló en una parroquia episcopal desde que se unió a esta Iglesia, tras el escándalo de las fotos en que se le vio besando a su novia en la playa.
Alberto Cutié pronunció su primer discurso en la Parroquia de la Resurrección en el norte de Miami, un templo de la Iglesia Episcopal a la que se unió, al parecer, porque permite el matrimonio de los pastores, a diferencia de la Iglesia Católica.
El ex sacerdote católico romano fue recibido por los feligreses con una ovación de pie e hizo bromas antes de su discurso. «Mis cosas están guardadas en el depósito», bromeó aludiendo a su «mudanza» de comunidad espiritual. En ningún momento se refirió directamente a su separación de la Iglesia Católica.
Según varios miembros de esta parroquia, normalmente asisten a misa unos 40 fieles. En cambio, el Padre Alberto convocó a alrededor de 300 personas, muchas de ellas del credo católico romano -incluso feligreses de la Parroquia San Francisco de Sales, que Cutié administró hasta que fue suspendido de esa función- que vinieron a escuchar el primer sermón que el sacerdote ofrece en casi un mes. Otros tantos eran fieles episcopales que llegaron de otras comunidades del sur de Florida.
«El espíritu de Dios ha sido bueno conmigo. Les tengo que decir algo: Dios es el único a quien seguimos», dijo el padre ante la concurrencia, donde se encontraban, en primera fila, su novia, Ruhama Canellis, y el hijo de ésta.
El Padre Alberto afirmó también que la iglesia enseña a buscar a Dios, no a la gente, y agregó: «La iglesia enseña que hay que saber perdonar. […] Nosotros nos olvidamos que incluso en nuestras dificultades el espíritu de Dios está ahí para manifestarse».
El sermón de Cutié, pronunciado enteramente en inglés, mantuvo el estilo coloquial y cálido que lo convirtió en un líder de la comunidad católica romana de Miami. «Lo que tú eres es el regalo de Dios para ti», dijo. «Pero lo que hagas de ti mismo es tu regalo para Dios».
«La Iglesia es comunidad, la Iglesia es perdón, la Iglesia es aceptación», recalcó. «Es vivir el espíritu de Dios, y el espíritu de Dios es para todos. Dios los bendiga», finalizó el sacerdote ante una larga ovación de los asistentes.