El Oscar no se le ha subido a la cabeza a Juan José Campanella


El Oscar no se le ha subido a la cabeza ni tampoco ha puesto a sus pies proyectos de cine fabulosos y millonarios, pero le ha abierto las pantallas del mundo a «El Secreto de sus ojos», dice en Parí­s su director, Juan José Campanella, cuyo filme se estrena el miércoles en Francia.


Amable, sencillo, casi parlanchí­n, Campanella cuenta a la AFP su emoción al recibir el Oscar a la Mejor pelí­cula extranjera, durante una ceremonia que luego tuvo que ver en Youtube, dice, para darse cuenta de lo que dijo.

En la entrevista, realizada en la habitación de un pequeño hotel parisino, el cineasta reitera que el Oscar es el «mejor» premio de todo el cine, «el único con el que se sueña cuando chico».

Pero es sobre todo un «premio honorí­fico», que no se ha traducido en que alguien se le haya presentado a su puerta ofreciéndole millones de dólares para hacer una pelí­cula», afirma.

Por ejemplo, la que está ahora filmando para Hollywood, «Heck» –una adaptación de la novela infantil, «Heck: Where the Bad Kids Go»– será su debut en inglés, y constituirá su debut en la meca del cine. «Pero ya estaba prevista antes del Oscar», afirma.

Pero lo que sí­ ha hecho el Oscar es lanzar a las pantallas del mundo «El Secreto de sus ojos», un policial negro que transcurre en los años antes de la dictadura, y que es también una historia de amor y de sed de justicia.

El filme, que se estrenó en agosto pasado en Argentina, donde ha sido vista por cuatro millones de personas, convirtiéndose en la segunda pelí­cula más taquillera de la historia del cine argentino, salió ya en España, Estados Unidos y América Latina, y ha recaudado 20 millones de dólares.

La pelí­cula sale esta semana en Francia en 71 salas y en junio saldrá en el resto de Europa.

Aunque Campanella destaca el trasfondo polí­tico de su filme –que transcurre no durante la dictadura militar sino durante los gobierno democráticos de Juan Domingo Perón e Isabel Perón– cree que el éxito de «El Secreto de sus ojos» se debe sobre todo a que sus personajes «son de carne y hueso».

«El contexto de esos años, en que la justicia era pisoteada y los grupos paramilitares empezaban ya su trayectoria criminal, es importante», dice, señalando que ve «paralelos» con situaciones actuales en el mundo, por ejemplo, en Estados Unidos, después del 2001.

«Pero es como en la pelí­cula «Casablanca», el trasfondo polí­tico es importante, pero lo que importa, lo que queda son los personajes», subraya el realizador, que está comenzando a filmar una pelí­cula de animación titulada «Metegol» (futbolí­n), basada en un personaje del cuento «Memorias del wing derecho» del fallecido humorista Roberto Fontanarrosa.

En la entrevista, Campanella se refirió también a su trabajo como director de algunas de las teleseries más exitosas en Estados Unidos, como «House» y «Law & Order» («Ley y orden»).

«Lo mejor en Estados Unidos se está haciendo actualmente en la televisión, y no en el cine», recalca el cineasta, que lo atribuye a que en «las series de televisión norteamericanas es el autor el que manda. Eso no ocurre en el cine de Hollywood», señala.

Interrogado acerca de su opinión sobre el cine que se está haciendo hoy en América Latina –que tendrá una presencia importante en el próximo Festival de Cannes, que se abre el 12 de mayo– Campanella lamentó que sea «imposible ver cine de América Latina en Argentina». Y viceversa.

«Eso refleja el poco conocimiento que hay en Argentina del resto de América Latina, y la falta de interés», explica Campanella, agregando que en su paí­s se aprende «en la escuela más sobre los fenicios que sobre los ecuatorianos».

«Mi niño pequeño puede aprender en la escuela inglés, francés o italiano, pero no portugués».

«Y ello, pese a que nuestro vecino sea ese gigante, Brasil», subrayó el cineasta, antes de salir para el preestreno de su filme el lunes en la noche en un teatro de Passy, un elegante barrio parisino, en el marco de «Espagnolas en Parí­s», una iniciativa que nació hace dos años y medio para promover el cine iberoamericano en la Ciudad Luz.