Vivimos en una modesta colonia, casi abandonada por completo, que está dentro de la jurisdicción municipal de Mixco, o sea en las goteras de la capital, y es por eso que cuando uno se suscribe a alguno o a varios de los periódicos editados en dicha urbe, no son repartidos a domicilio. ¡Problema, lamentable problema!
Es por el citado motivo que no estamos recibiendo cualquier otro diario más que este vespertino en el que casi por lo general aparece nuestra columna de comentarios atinentes a lo que acontece aquí y en otros patios del mundo.
Recientemente, por mera «casualidad», en una de las entidades de prensa encontramos un ejemplar de Diario de Centro América, ejemplar que gentilmente nos fue obsequiado y, en momentos de descanso, devoramos y digerimos su interesante contenido.
Es del conocimiento de la gente que lee medios de comunicación escritos, incluido el decano de la prensa centroamericana, que este cambió de rostro y, desde luego, de contenido. Todo el aspecto tradicional, podemos decir, desapareció. Es de tipo tabloide e informa y comenta en sus páginas, con las obligadas limitaciones pertinentes -pensamos, sólo pensamos- sobre lo que se enmarca en la actualidad nacional e internacional. Incluso publica noticias y comentarios analíticos, como en cualquier otra publicación del «campo independiente» (el que por cierto es muy relativo)…
Un funcionario ejecutivo del periódico más antiguo de todo el Istmo nos habló en ocasión de departir entrambos durante una elegante recepción de Taiwán, República de China, efectuada en uno de los salones del hotel Camino Real, que es la actual directora general del diario oficial, escritora y periodista de altos vuelos, Ana María Rodas, la autora del nuevo como atractivo «maquillaje» de que fue objeto el rostro y el contenido del medio que lleva la voz cantante y resonante del gobierno.
Valga decir que Diario de Centro América era, hasta no hace mucho tiempo, un cotidiano anodino. No pasaba de inundar sus páginas con el material que recibía de los altos círculos burocráticos respecto de leyes positivas -no pocas opresivas y por demás negativas-, aprobadas por los diputados al Congreso y por el mandamás de turno, entronizado de hecho y a «ratos por derecho», así como daba pábulo a toda una serie de avisos notariales.
Ahora es otro el cantar y otra la «feis» del referido tabloide del oficialismo, lo cual es atribuible al profesionalismo de los periodistas que trabajan la noticia que desea conocer Juan Pueblo.
El espacio sumarial del decano refleja lo que se legisla, lo que disponen los ministerios, lo que informan los voceros de los jefes de mero arriba, lo publicable de otras esferas burocráticas, artículos de colaboradores y, en fin, los demás asuntos que interesan o pueden interesar a los lectores y al público en general.
Ana María: consideramos que, en virtud del nuevo orden de cosas, te has apuntado un «hitazo» en lo que hace a la mutación del rostro y del variado contenido de Diario de Centro América, lo cual es plausible y explicable, por tus óptimos conocimientos y ricas experiencias que has acumulado a lo largo del ejercicio profesional en el campo de las letras diarias con las que escribimos la historia de cada día. ¡Sinceras felicitaciones, dilecta colega y amiga!