¡Vivir es luchar!

Seneca  

Llegar a la mayorí­a de edad para todo joven es muy importante. Significa tomar sus propias decisiones y que su palabra sea tomada en cuenta y respetada.

Algo así­ le ocurre al Parlamento Centroamericano, Parlacen. Una institución que nació el 28 de octubre de 1991 cuando llevó a cabo su primera reunión en Guatemala, con representantes de los paí­ses centroamericanos. Sus orí­genes dan cuenta de un proyecto “que pretendí­a contribuir a resolver las guerras civiles de El Salvador, Guatemala y Nicaragua”.

Cumplida su función de instrumento de logro de Paz en Centro América, era preciso que sus objetivos tomaran nuevos rumbos para dar aire a una institución de integración y permitirle ir más allá en sus funciones de discusión, análisis y recomendaciones, expresó el vicepresidente de la Junta Directiva por el Estado de Guatemala, Marco Antonio Cornejo.

Lo que no fue tampoco una barrera para que fuera creado el CA 4, “un proyecto de modernización de fronteras para agilizar el paso de personas, vehí­culos y mercaderí­a. Que permite unificar criterios dirigidos a lograr reducción de costos y mejorar el servicio en las fronteras, incrementando la eficiencia, agilidad y rapidez del Paso Fácil”.

 Agregó Cornejo que también se trabajó en la Unión Aduanera, para lograr la correcta aplicación de los instrumentos de integración económica entre otros proyectos realizados, pero, a partir del 7 de septiembre del 2010 cuando entró en funciones el Protocolo de Reformas al Tratado Constitutivo del Parlamento Centroamericano se inició una nueva etapa.  De nueve atribuciones que tení­a la Asamblea Plenaria en su creación ahora pasa a tener 25, entre las que se encuentran: Conocer los nombramientos de quienes desempeñarán cargos de dirección superior en todos los organismos de integración; Fiscalizar sus funciones y recibir informes de trabajo; Proponer legislación en materia de integración regional con obligatoriedad a los gobiernos de responder en un plazo de 180 dí­as; Integrar comisiones para contribuir a la solución de desacuerdos entre los Estados parte, a solicitud de los mismos.

Con estas nuevas obligaciones y ante la ola de delincuencia desatada en la región, el Parlacen se ha visto en la necesidad de impulsar la creación del Instituto de Investigación Criminal en la región, el que próximamente entrará a funcionar.

Es, entonces, ahora ya como un ente con iniciativa, decisiones y responsabilidades propias con injerencia en los gobiernos de los paí­ses partes que esperamos ver mayores avances y resultados en el trabajo de los diputados al Parlacen.