El nuevo centro contra el calentamiento global


La Casa Blanca, en Washington, D.C., se cubrió de nieve el pasado lunes, luego de una inusual nevada de marzo. FOTO LA HORA: AFP KAREN BLEIER

Ministros europeos acuden a Washington alentados por la promesa del nuevo gobierno de liderar la lucha contra el cambio climático, para tratar con funcionarios del gobierno y del Congreso este tema que Estados Unidos ha mantenido en suspenso durante ocho años.


Ministros de Europa y de Canadá participan de una serie de reuniones que se celebran esta semana con el fin de evaluar la posibilidad de que el Congreso adopte una legislación clave en materia de cambio climático, de cara a una importante conferencia de la ONU sobre el clima prevista para diciembre.

El presidente estadounidense, Barack Obama, ha pedido al Congreso que diseñe una ley que establezca un sistema de intercambio de emisiones de dióxido de carbono, para limitar la expulsión a la atmósfera de gases responsables del efecto invernadero y dedicar miles de millones de dólares en el desarrollo de programas de energí­a renovable.

Un mecanismo al estilo europeo que penaliza a las empresas más contaminantes y recompensa a las «verdes» -en sintoní­a con el desarrollo de nuevas fuentes de energí­as limpias- deberí­a reducir en 14% los niveles de 1990 de las emisiones de gases de Estados Unidos en 2020, según el gobierno de Obama.

Los ministros de Clima y Energí­a de Gran Bretaña y Dinamarca, Ed Miliband y Connie Hedegaard respectivamente, expresaron su optimismo el martes de que en la conferencia de la ONU en Copenhague se llegará a un acuerdo de reducción de emisiones. Señalaron además que el compromiso del gobierno estadounidense podrí­a inspirar a otros paí­ses.

«El compromiso del presidente Obama es un avance muy significativo y muy bienvenido respecto a las polí­ticas previas de Estados Unidos y en ese sentido tendrá un efecto positivo sobre la disposición de otros de avanzar», dijo Miliband.

Hedegaard señaló que está «extremadamente emocionada» por sentarse junto a nuevos funcionarios estadounidenses que están dispuestos a hablar del calentamiento global con sus socios internacionales.

«No podemos enfrentar desafí­os globales como el clima sin Estados Unidos y durante mucho tiempo otros se han estado escondiendo tras la postura norteamericana», dijo la ministra danesa, refiriéndose a paí­ses que se han negado a implementar cambios hasta que el mayor consumidor energético del mundo no asumiera el liderazgo.

La Unión Europea ve en Obama el impulso que podrí­a incrementar las posibilidades de que se alcance un acuerdo global sobre el clima en Copenhague, en reemplazo del Protocolo de Kyoto. El predecesor de Obama, George W. Bush, se habí­a negado a ratificar este tratado, que expira en 2012.

También está en Washington esta semana el ministro de Medio Ambiente de Canadá, Jim Prentice, haciendo un seguimiento de los diálogos sobre energí­as limpias que sostuvieron el mes pasado el primer ministro canadiense, Stephen Harper, y Obama.

Prentice y sus homólogos europeos se reunieron con miembros del comité de energí­a y comercio de la Cámara de Representantes, entre ellos su influyente presidente Henry Waxman, quien insistió en que a pesar de la profunda crisis económica la legislación sobre el clima podrí­a estar aprobada para diciembre.

«Lo que necesitamos hacer aquí­ en Estados Unidos es terminar el proyecto de ley este año, aprobarlo como ley y yo esperarí­a que esto se haga antes de Copenhague», dijo Waxman a periodistas.

Además, el ministro francés de Desarrollo Sostenible, Jean-Louis Borloo, se reunirí­a el miércoles con funcionarios norteamericanos a cargo de asuntos climáticos, mientras el ex primer ministro británico Tony Blair acudió el martes a un panel del Senado dedicado al calentamiento global.