El nuevo alcalde de Mixco, Pérez Leal, se ve bien animado para trabajar en todo el municipio


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En toda la concreción municipal de Mixco, casi tragada ya por la de Guatemala, hay problemas que requieren un trabajo adecuado, efectivo, sin pérdida de tiempo.

Podemos declarar que todos o casi todos los jefes del ayuntamiento mixqueño han dejado de soslayo la atención a no pocos caseríos, aldeas y colonias de la citada jurisdicción.

Marco Tulio Trejo Paiz

 


El señor Amílcar Rivera, que salió de la alcaldía al ser rechazado por abrumadora mayoría de votos en su pretensión de seguir mangoneando a lo largo de un tercer período, desoyó el clamor de algunas comunidades respecto de obras de importancia y de carácter impostergable. Le interesaban sólo aquellos sectores densamente poblados como La Comunidad, la Colonia Belén, la Primero de Julio, El Tesoro, entre otros, aunque a la hora de la verdad le dieron las espaldas…

Concretamente, mencionamos la pequeña Colonia Cotió, de la zona 2, en la que,  según se supo, no quiso trabajar en la construcción de drenajes y el asfalto de las cortas calles y avenidas porque son pocos los vecinos inscritos en el Registro de Vecindad. Él ponía varios pretextos o alilayas. Cuando le convenía, decía que no contaba con los recursos necesarios; que no se podía hacer un tanque para el tratamiento de las aguas negras en un barranco del sector; que se le hacían críticas en los medios de comunicación (lo único que se le decía era que ofrecía y no cumplía, pero a él le gustaba la alabanza servil), etcétera. Total, vio de jerga a dicha colonia, como a otras.
El nuevo jefe edilicio, Otto Pérez Leal, hizo cifrar esperanzas a los vecinos que asistimos a una reunión efectuada en la espaciosa y elegante mansión del licenciado Dalio Enrique Martínez Rodríguez durante la campaña electoral 2011, en el sentido de hacer los drenajes y luego proceder a asfaltar las calles y avenidas del referido sector, como se le planteó. Desde esa ocasión priva confianza del vecindario de que, ahora que no se estila politiquería en la comuna de Mixco, sino política de trabajo, otro es el cantar… Y los días cercanos podrán ser promisorios hasta la satisfacción plena de las personas que viven y/o trabajan en el lugar de referencia.

Otra cosa que está originando problemas o simplemente causando  muchas molestias es el aparcamiento inadecuado de vehículos, sobre todo en las avenidas, pues interrumpen el paso de otros automotores porque virtualmente quedan bloqueadas las de por sí estrechas vías. Incluso hay gente que, sin estar autorizada, está cobrando “impuestos” que únicamente deberían ingresar en  las cajas de la municipalidad de Mixco, lo mismo que las multas por no estacionar correctamente. Es menester ordenar a la jefatura de Tránsito que pase a resolver la situación que hemos expuesto.

Pensamos que el alcalde Pérez Leal (a quien saludamos con un apretón de manos y con una hilarante frase de la gorra que portábamos en la oportunidad de asistir a la reunión de campaña comicial en la casa de don Dalio Enrique Martínez Rodríguez), está en posibilidad de realizar buena obra en el superpoblado municipio, al que, dicho sea de paso, se le adjudica, por antonomasia,  la denominación de Tierra de Campeones: Como es sabido, Pérez Leal es hijo del presidente de la República, general Otto Pérez Molina, quien le brindará la ayuda que se requiere para lograr positivas realizaciones en beneficio de los habitantes del municipio. 
 
Valga decir que, cuando ganaron las elecciones Pérez Leal y don Álvaro Arzú               Irigoyen, recibimos con toda complacencia la noticia, por cuanto respiramos de alivio con el cambio que se produciría en Mixco y porque continuaría trabajándose por hermosear la metrópoli capitalina y demás lugares del principal municipio de Guatemala. Y creemos no estar equivocados e interpretar lo que opinan los dos millones y pico de vecinos, al menos en su mayoría.
 
Aprovechamos la ocasión para felicitar a todos los guatemaltecos que fueron electos y reelegidos alcaldes y concejales en los 333 municipios del país, porque los electores han de haberlos considerado dignos de ocupar tan importantes posiciones a lo largo del tiempo establecido por la ley, y asociamos votos por que sus labores sean plausibles para las comunidades que anhelan el mejoramiento de las condiciones materiales y de otra índole de sus respetivos dominios.