Voy a cantarles una canción, señoras y señores, pónganme atención- dijo el niño Luis Gómez, cuando se subió al autobús urbano.
César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com
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Explicó que sus hermanitos estaban enfermos, y que su mamá lo había enviado a pedir dinero para comprar medicinas, mientras ella los cuidaba.
«Corazón, corazón, yo te pido amor…» Y la melodía que llenó el espacio del transporte público, se sobrepuso a las voces de quienes allí viajaban.
Cuando terminó de cantar, sacó un vaso plástico y comenzó a recorrer los asientos, esperando recibir un poco de dinero.
Como si nada hubiera sucedido, todos los pasajeros siguieron conversando; en la siguiente parada él se bajó, dobló en la esquina y tras una puerta? lloró.
DIOS SE DISFRAZA DE MENDIGO PARA PROBARNOS.