En las aguas del Caribe mexicano, el principal destino turístico del país, se creará el museo subacuático más grande del mundo, el segundo en su estilo, que contará con unas 200 obras, informó el director del Parque Nacional de la zona, Jaime González Cano.
«El proyecto completo se estima que estará terminado en un año y medio, y contará con 200 esculturas, de las cuales una inversión inicial de 320 mil pesos (22 mil 800 dólares) garantiza la fabricación y colocación de las dos primeras de la colección submarina», dijo González Cano, director del Parque Nacional costa occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún, Punta Nizuc.
«Cultivadora de corales» y «Recaudador de sueños» serán las dos primeras obras, explicó Roberto Díaz Abraham, presidente de los Asociados Náuticos de Cancún, organismo promotor del proyecto.
«Las figuras humanas serán elaboradas en tamaño natural con material de concreto alcalino cuya composición es especial para tener el peso suficiente, de manera que puedan fijarse adecuadamente al fondo marino y resistente para no desprenderse por completo ni generar sedimentos», explicó González Cano.
El proyecto denominado «Museo Escultórico Subacuático» contempla incluso la instalación de un ejército maya y otras obras inspiradas en la antigua cultura de la península de Yucatán.
Jason Taylor, joven escultor británico, quien será el creador de este museo subacuático, es también un instructor de submarinismo con más de 14 años de experiencia.
El contrato con el artista fue signado recientemente y se estima la instalación de las primeras esculturas en el primer trimestre del 2009.
La construcción de su primer museo escultórico bajo el agua comenzó en mayo del 2006 en Moliniere Bay, Grenada, en la parte sur del Caribe.
«Actualmente hay 65 esculturas en este parque marino, cubren un área de 75 metros cuadrados», explicó Taylor, quien empezó a esculpir imágenes en febrero de 2006 y terminó el proyecto en su totalidad en junio de 2007.
«La mayor parte del trabajo está hecho de cemento, en una composición especial que tiene una alcalinidad baja, lo que no supone afectación al medio ambiente. A todas estas formas se agrega una estructura rígida y pesada que permite a los corales, algas y en general a las formas de vida marina, colonizar y convertirlo en la base de un nuevo arrecife coralino», agregó.
González Cano agregó que «el objetivo principal es darle a los arrecifes naturales un «descanso» de la presión a la que son sometidos por la visita de miles de turistas al año, ya que este espacio en el Caribe mexicano, es el área natural protegida más visitada de todo México».