México está abocado a toda marcha en la búsqueda de instrumentos científicos más depurados para dar batalla frontal al nuevo virus de gripe porcina que sumó en su noveno día de alerta 16 muertos, sobre un total de 397 infectados.
Las autoridades mexicanas consideran como «dato crucial» el número de contagios por día para poder determinar «la tasa de ataque» que «aparentemente no es tan alta», dijo la noche del viernes José Angel Córdova.
El ministro comparó la letalidad del virus de la gripe porcina con otros similares, como el el de la gripe aviar y el SARS.
«Hasta el momento (el virus) es impredecible, necesitamos más días» para determinar su comportamiento y poder contenerlo de manera determinante, añadió Córdova.
Un mapeo sobre las características socioeconómicas tanto de las víctimas como de los contagiados reportados también falta en la lista de prioridades para determinar ese comportamiento y la causa de que sea más letal en la capital mexicana con 20 millones de habitantes.
A la última pregunta el ministro de Salud sólo ha respondido que «los enfermos ya llegan muy graves a los hospitales».
Hasta el momento se sabe sólo que las personas entre 21 y 40 años de edad son las más efectadas y que quizá la mujeres son menos resistentes al virus, dado que de los 16 muertos 12 eran mujeres, y una de ellas estaba embarazada.
En diversos puntos sanitarios han sido procesadas unas 900 pruebas clínicas de casos sospechosos del virus, aunque aún ha sido insuficiente para la variedad de virus que sorprendió al mundo hace ya un par de semanas.
Expertos de las Naciones Unidas y de la Organización Mundial de la Salud llegaron esta semana a la capital mexicana para intentar responder esas y otras preguntas, como el epicentro de la epidemia que no se sabe aún si fue en el empobrecido estado de Oaxaca (sur) o en Veracruz (este).
Por lo pronto, la epidemia tendrá una repercusión en la economía mexicana, que ya estaba golpeada por la crisis internacional.
Con la suspensión parcial de actividades y total de restaurantes y bares en la Ciudad de México, corazón económico del país y foco de la epidemia, el PIB tendrá una caída entre 0,3% y 0,5% si la contingencia durara tres semanas, dijo ministro de Hacienda, Agustín Carstens.
Las consecuencias económicas se acentuarán también con la reducción del flujo turístico a México, estimado en un 50% por el gobierno mexicano y de vuelos comerciales de la compañía Continental Airlines -la aerolínea estadounidense más importante en México- y de Argentina, Cuba, China y Perú.
La alarma por la expansión del virus se extendió a todo el mundo, sobre todo a Estados Unidos, donde el número de contagios llegó a 143 el jueves, 55 en Canadá y en España, con 13 casos confirmados y 101 enfermos en observación.
Primeros casos aparecieron este sábado también en Francia, Dinamarca, Hong Kong Italia y Corea del Sur.