El Mundial de Rubio


La guatemalteca se lució en la ronda de las quince semifinalistas ante las fuertes competidoras europeas.

Entre los últimos logros de la seleccionada nacional de fitness, Ana Rebeca Rubio, destaca la participación en el Campeonato Mundial de Fitness, donde logró meterse dentro de las diez mejores de todo el globo terráqueo.

Juan Garcí­a
jgdeportes@lahora.com.gt

La cita mundialista tuvo lugar del 20 al 24 del mes pasado en Santa Susana, Barcelona, España, donde la compatriota se adjudicó el noveno lugar dentro de una gama fuerte de 28 competidoras de los paí­ses más fuertes en el desarrollo del fitness.

En la sucesión de los siete años de práctica en este deporte, Rubio ha acumulado en su haber el Miss Fitness Guatemala 2000-2002.

Así­ como un Subcampeonato Iberoamericano 2002; un Subcampeonato Centroamericano y del Caribe 2002 y el Campeonato Centroamericano 2001.

En entrevista, Rebeca Rubio compartió con La Hora Deportiva el deleite de haber puesto el nombre de Guatemala en alto.

¿Un noveno lugar no esta nada mal para ser la primera vez que compite en un evento mundialista y con 28 atletas de alto nivel en contra?

Me llena de mucho orgullo y satisfacción el haber obtenido un buen puesto en un campeonato de talla mundialista que en su totalidad está dominado por los paí­ses europeos.

Para cualquier paí­s Latinoamericano es muy difí­cil lograr la clasificación dentro de los primeros diez lugares de cualquier categorí­a, pero en especial ésta, que es una de las más súper pobladas, con 28 atletas.

Con el hecho de estar en la antesala de la semifinal de las quince finalistas, ya era todo un logro.

¿Cómo fue ese proceso de preparación previo al Mundial?

Con mucha intensidad porque ya sabí­a que el nivel de competitividad serí­a muy elevado, no solo por las concursantes, sino que este deporte es bastante exigente.

Tuve una preparación de once meses intensos, que se dividió en dos jornadas de trabajo al dí­a. En la primera sesión me dediqué al trabajo aeróbico, con una hora mí­nimo para quemar grasa.

En las tardes le di espacio al desarrollo muscular, pero conforme se acercaba el evento, las rutinas se hicieron más intensas, de mucha repetición, con coreografí­a, flexibilidad y corografí­a.

Me considero una atleta cien por ciento natural, pues no utilizo ningún tipo de esteroides, ni nada por el estilo, y eso también tiene su mérito.

¿Qué sigue con el fitness?

La preparación, porque quiero estar en el próximo mundial y meterse en las finalistas de los seis primeros lugares.

¿Por qué el cierre de antropologí­a en la universidad y no una profesión afin al deporte?

Si (sonrisas), aunque la tesis de mi graduación fue un estudio basado en el valor social de la imagen corporal, es decir, en la población dentro de los gimnasios en relación a las diferentes formas que se le da al cuerpo humano.

¿Cómo fueron esos primeros momentos en la práctica del fitness?

Al principio me dediqué más al deporte de resistencia, como el triatlón o el maratón, pero en cierta ocasión, en el gimnasio me enteré de la existencia del fitness y desde entonces me ligué a este porque es un deporte de proyección en el escenario, de exhibición y eso me encanta.

Animo a todas aquellas que quieran estar en forma a que incursionen en el fitness y que lo tomen como un pasatiempo, porque la mujer guatemalteca tiene bastante potencial para el desarrollo de esta disciplina.