Las investigaciones sobre el aterrador caso de secuestro e incesto perpetrado por Josef Fritzl, el «monstruo de Austria» que durante 24 años mantuvo encerrada a su hija a la que engendró siete hijos, se orientaba hoy a la búsqueda de eventuales cómplices.
Cinco días después del terrible hallazgo, la policía seguía revisando meticulosamente «la casa del horror» de Amstetten -a 100 km de Viena- donde Josef Fritzl, de 73 años, mantuvo encerrada a su hija Elisabeth, que hoy en día tiene 42 años.
A pesar de la confesión completa del principal sospechoso, el jefe de la policía criminal de Baja Austria (este), Franz Polzer, estimó que la investigación podría durar «seis meses». El tiempo necesario para examinar las pruebas que desde el lunes la policía está sacando en cajas de cartón de la vivienda donde Fritzl secuestró a su hija durante casi un cuarto de siglo con tres de los siete hijos fruto de la relación incestuosa que le impuso su padre.
También será necesario esperar que las víctimas, que están en el servicio psiquiátrico de una clínica de Amstetten-Maurer al amparo de los medios de comunicación, vuelvan a estar lo suficientemente equilibradas como para soportar una audiencia policial.
La policía austriaca anunció hoy que quiere interrogar a unas cien personas que habrían vivido en la «casa del horror» en Amstetten en los 24 años que duró el secuestro de Elisabeth Fritzl por decisión de su padre, quien además le engendró siete hijos.
«Unas 100 personas vivieron en el edificio, por más o menos tiempo, y queremos interrogarlas para saber si en un momento o en otro, se dieron cuenta de algo que podía parecerles anodino pero que serviría en la investigación», declaró el responsable de las investigaciones, Franz Polzer, en rueda de prensa.