«El monje desnudo» de Taneda Santí´ka


Cultural6_7

“En su contradicción, poblado de agónicas luciérnagas, convivió con la deformada evidencia de su propio abandono, como quien camina sin tregua hacia el abismo sin sospechar que toda desesperación es una forma de humildad donde termina habitando la misericordia”. Martí­n Portales.

POR JOSí‰ CARLOS GARCíA FAJARDO

Taneda Santí´ka (1882-1940), el monje que exhibe su desnudez en sus haikus –desnudez fí­sica, desnudez de alma, alcoholismo, fracaso, pobreza-, representa la prueba viva de que el ser humano puede transformar su fracaso en excelencia.

Santí´ka es el último monje itinerante de la historia de Japón. En uno de sus últimos diarios escribe: “No soy otra cosa que un monje errante. No hay nada que se pueda decir de mí­ excepto que soy un vagabundo loco que ha gastado su vida de aquí­ para allá, como las plantas que flotan en el agua que va discurriendo de una orilla a otra.

Parece patético pero he encontrado la felicidad en esta vida pobre y tranquila.

El agua fluye, las nubes pasan, sin pararse nunca ni establecerse. Cuando sopla el viento, caen las hojas. Como nadan los peces o vuelan los pájaros, yo ando y ando, y sigo adelante…”

Es una hermosa edición de haikus de Santí²ka, realizada por Vicente Haya, Chantal Gaillard, que escribe un excelente prólogo, Akiko Yamada y José M. Martí­n Portales autor de deliciosas introducciones a las diversas secciones que luego tratarán los haikus, sobrios, desabridos a veces y que requieren grandes dosis de silencio.

Suspender el ánimo y dejarse afectar, porque una explicación sistemática puede matar el haiku.