El ministro francés de Inmigración e Identidad Nacional, Brice Hortefeux, defendió hoy un «pacto europeo sobre inmigración» al presentar el balance de un año de su gestión al frente de esa cartera creada por el presidente francés de derecha, Nicolas Sarkozy.
En presencia del ministro senegalés del Interior, Cheij Tidiane Sy, del secretario de Estado alemán para Asuntos Europeos, Peter Altmaier y de numerosos embajadores, Hortefeux destacó que el tema de la inmigración es una de las cuatro prioridades de la presidencia francesa de la Unión Europea (UE), que comenzará el primero de julio.
El ministro francés detalló las bases de este pacto europeo sobre inmigración que Francia presentará oficialmente los días 7 y 8 de julio en Cannes, durante una reunión de los 27 ministros europeos del área.
El «pacto» impulsado por París, deberá organizar la inmigración legal teniendo en cuenta las necesidades y las capacidades de recepción, la lucha contra la inmigración irregular prohibiendo las regularizaciones masivas, mejorar los controles en las fronteras, echar las bases de una Europa de asilo y favorecer el desarrollo solidario entre la UE y los países de origen.
Al presentar el balance de los 12 meses de su gestión, Hortefeux puso el acento en las cifras, justamente un enfoque severamente criticado por la oposición francesa que denuncia la cuantificación de un fenómeno que implica situaciones de carácter esencialmente humano.
El ministro destacó el fuerte aumento de los «alejamientos» de indocumentados, como se denomina a las expulsiones: 14.660 en los cinco primeros meses de 2008, un aumento de 80% con respecto al mismo periodo de 2007.
Hortefeux insistió en que un número importante de esos «alejamientos» correspondían a «retornos voluntarios» a los países de origen, con 8.349 en lo que va corrido de este año, 4 veces la cifra de 2007.
El ministro de Inmigración e Identidad Nacional de Francia puso también de relieve la baja en 8% del número de extranjeros en situación irregular, que según estimaciones oficiales sería entre 200 mil y 400 mil.
«La lucha contra el trabajo ilegal cambió de dirección», afirmó Hortefeux al subrayar el aumento del 105% en las interpelaciones de patrones que emplea a indocumentados.
El ministro francés hizo su balance al día siguiente de que el Parlamento Europeo aprobara en Estrasburgo (este de Francia) una polémica ley de expulsión de inmigrantes clandestinos del territorio de la UE, que establece un periodo de detención de hasta 18 meses y una prohibición por cinco años para volver a entrar en Europa.
El texto, resultado de un compromiso entre la Eurocámara y los 27 Estados miembros de la UE, fue aprobado por 367 votos a favor, 206 en contra y 109 abstenciones gracias a una alianza entre conservadores, liberales y euroescépticos y las divisiones del grupo socialista.
Criticada por El Vaticano, la izquierda y organizaciones de defensa de los derechos humanos, la ley permite incluso la expulsión de menores.
Tras calificar la norma aprobada por el Europarlamento de «vergí¼enza», el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, anunció esta semana que su país impulsará un frente latinoamericano para rechazar la ley de expulsión de la UE.
Más de cuarenta países de América y ífrica rechazaron la ley adoptada en la Eurocámara.
La semana pasada, el presidente boliviano Evo Morales hizo un llamado solemne a los diputados europeos para que no aprobasen dicho proyecto antes de recordar que Latinoamérica recibió a los europeos que huían de la hambruna, las guerras o los totalitarismos, «sin visa, ni condiciones impuestas por las autoridades».
El presidente de Bolivia, Evo Morales, sugirió ayer una campaña internacional entre ífrica y Latinoamérica para revertir la decisión del Europarlamento de endurecer políticas migratorias y anunció que dará el primer paso en la próxima Cumbre de Mercosur.
Morales, que condenó la medida que contempla la detención de hasta 18 meses y la prohibición de volver a Europa por 5 años para los indocumentados, anunció que emprenderá una campaña internacional en contra de la ley asumida por los 27 países.
«Vamos a emprender una campaña internacional para que pueda revertirse, que los parlamentarios europeos que aprobaron esa Directiva de Retorno se pongan la mano al pecho», afirmó el mandatario, durante una reunión con la prensa internacional acreditada en La Paz.
El gobernante boliviano consideró necesario plantear que los países africanos y latinoamericanos «podamos organizarnos» para intentar que Europea revise su medida, que «atenta a la vida y a los derechos de las personas».
Anunció que dará el primer paso en la próxima Cumbre de Mercosur que se realizará el 1 de julio en la ciudad argentina de Tucumán para plantear a sus colegas de la región una acción conjunta.