Con su decisión de mantener sin cambios su producción, la OPEP quiso mandar un mensaje afirmando que hay petróleo suficiente en el mercado, algo que no comparten los especuladores que respondieron impulsando los precios a récords históricos este jueves.
En la reunión que mantuvo el miércoles en Viena, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió mantener su producción, estimada en unos 29,67 millones de barriles, e ignorar los llamamientos de los principales países consumidores.
La noticia antecedió a la publicación de los stocks estadounidenses, en baja por primera vez desde hace un mes y medio, y a la noticia de una explosión en Nueva York que acabó por desquiciar a unos precios que este jueves se encaramaron por primera vez por encima de los 105 dólares.
En esas circunstancias, la afirmación de que el mercado está «bien surtido», como afirmó la OPEP, responsable del 40% de la producción mundial, no era del todo compartida.
La Agencia Internacional de Energía, la organización que vela por los intereses petroleros de los países consumidores, argumentó que la prueba evidente de que «el mercado no considera suficiente» la oferta fue su respuesta a la decisión de la OPEP.
«Podríamos necesitar más petróleo antes del verano (boreal) por lo que instamos a la OPEP a prestar atención a los signos del mercado», agregó la organización con sede en París.
La OPEP no parece tener intención de revisar su decisión y no se reuniría de nuevo hasta septiembre, desdiciéndose de su anuncio de un encuentro extraordinario antes de esa fecha.
«La verdad es que no hay mucho suministro en la cadena», dijo Justin Wilks, director de comercio y operaciones del grupo de inversiones australiano Global Commodities, al estimar la necesidad de una mayor oferta petrolera.
Calificando de «reacción histérica» la respuesta a la decisión de la OPEP, el boletín de análisis de los mercados energéticos Schork Repor, admitía que la organización tiene algo de razón al atribuir la subida de precios a la especulación.
«Así, cuando la OPEP nos dice que los fundamentos del mercado (demanda y oferta) se han desligado de los precios y que los especuladores mandan en el mercado de futuros, tienen algo de razón», afirmaba el boletín.
«Existe el sentimiento de que incluso si la OPEP hubiera anunciado un incremento de la producción, el mercado se iba a mover de todos modos hacia arriba», agrega Schork Report.
«Que esto sea una lección (para la OPEP). Cuando le dices al mercado que has perdido el control del mecanismo de los precios, el mercado asumirá ese mecanismo en tu lugar», agregó.
En la declaración que siguió al encuentro del miércoles, la OPEP afirmó que el declive de la moneda norteamericana y la crisis de los mercados financieros hace que los especuladores se vuelvan hacia el crudo, que se ha convertido en otro producto más del juego financiero.
Los precios actuales no son el reflejo de la escasez sino de «la debilidad del dólar, la creciente inflación y la significativa llegada de dinero al mercado de las materias primas», sentenció el comunicado.
Una tesis no compartida por el presidente estadounidense George W.Bush, que expresó su desencanto con la decisión de la OPEP a través de su portavoz y que tuvo que ver como la organización responsabilizaba del aumento de los precios a «la mala gestión de la economía estadounidense».
«Sabemos que existe una alta demanda global y una oferta más limitada. Nos gustaría ver un incremento en el suministro de la OPEP», dijo la portavoz presidencial Dana Perino.