Europa obtuvo hoy una tregua temporal en su galopante crisis de la deuda soberana, luego de que Alemania y Portugal fueron los países de la eurozona más recientes en haber colocado con relativa facilidad la totalidad de sus bonos ofrecidos en el mercado abierto.
Ambos países vieron abaratado el precio del dinero en los remates, otro indicio de que los inversionistas habrían dado un respiro temporal a la crisis de la deuda soberana europea antes de una semana llena de peligros para la eurozona, de 17 naciones. La semana pasada, Italia y Holanda tuvieron remates similares exitosos.
Alemania, el mayor contribuyente a los fondos de rescate de la eurozona, logró colocar 4.060 millones de euros (5.300 millones de dólares) en bonos a tres años con un interés medio del 1,93%, frente al 1,98% del remate anterior.
Mientras tanto, Portugal, rescatada en abril tras no poder acceder a los mercados internacionales, ofreció intereses sustancialmente menores para colocar 1.000 millones de euros (1.300 millones de dólares) en letras de la Tesorería a tres meses.
El rendimiento pagado fue del 4,346%, el menor en ocho meses, frente al 4,873% el mes pasado. Aunque Portugal no puede colocar bonos a largo plazo a precios razonables, ha mantenido su presencia en el mercado con letras a corto plazo.
Los analistas dijeron que la mejora podría indicar que Portugal está recuperando la confianza de los mercados tras su reducción del gasto público y aumento de los impuestos exigidos por los acreedores como contrapartida al plan de rescate de 78.000 millones de euros (102.000 millones de dólares).
«Ha habido una mejora en la percepción de riesgo de la deuda portuguesa, lo que abarató las tasas de interés», dijo el analista Filipe Silva, del grupo financiero portugués Banco Carregosa. «Ahora quedar por ver si se mantiene».
Alemania puede endeudarse a precios módicos y por más tiempo porque sus cuentas públicas son las más sólidas de la eurozona, aunque los temores de lo que costaría rescatar a otros países hicieron que sus finanzas hayan sido examinadas con más detalle.
El remate alemán fue seguido atentamente después que una subasta realizada a fines del año pasado apenas colocó un tercio de los bonos ofrecidos.
Aunque mejor que el remate de noviembre, que desató temores de un inminente estallido de la deuda soberana europea, hubo temores sobre la cuantía de bonos alemanes codiciada por los inversionistas.
Las pujas por los 5.140 millones de euros (6.700 millones de dólares) en bonos superaron los 5.000 millones de euros (6.500 millones de dólares) ofertados, pero por muy poco, contando los 943 millones de euros que el gobierno alemán mantuvo en la reserva para las operaciones en el mercado secundario.