La revista Cáncer ha publicado un nuevo estudio que supone que los pacientes con cáncer que están casados tienen una tasa de supervivencia más alta que los que están solos o divorciados, mientras que aquellos que están en proceso de separación tienen un peor pronóstico. Estudiando los datos de supervivencia a los cinco y 10 años del diagnóstico de cáncer y tras comparar los datos con los del estado civil, los científicos observaron que estar en proceso de separación era el estado que peor afectaba a la supervivencia.
«Los pacientes que viven una separación en el momento del diagnóstico pueden ser una población más vulnerable para quienes la intervención médica podría ser priorizada», asegura Gwen C. Sprehn, de la Escuela de Universidad de Indiana de Medicina en Indianápolis (EE.UU.)