Aunque por mandato constitucional es el Presidente el encargado de “dirigir la política exterior y las relaciones internacionales” del país y la Vicepresidenta debe participar en la formulación de la misma, la diplomacia guatemalteca está delegada en el ministro de Relaciones Exteriores, Harold Caballeros, quien no se ha librado de serias críticas y reparos en los diez meses de su gestión.
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El Canciller ha sido blanco de señalamientos en varias oportunidades, incluso antes de tomar posesión, cuando se dijo que carecería de experiencia para encargarse de la diplomacia guatemalteca.
Ahora, Caballeros, al hacer el balance de su propia gestión, cree que existe un avance en el reordenamiento administrativo de la cartera, pues asegura que la frase más común al iniciar su servicio era “no hay dinero” y diez meses después sostiene que “estamos en orden”.
BILATERALES Y MULTILATERALES
Caballeros destaca de su gestión el fortalecimiento de las relaciones bilaterales de Guatemala, especialmente con Estados Unidos. Se ha mantenido una relación que “ha ayudado a reparar los problemas que encontramos”, subraya, aunque el tema de la despenalización no fue del agrado del gobierno estadounidense.
Uno de los detalles es que hay una cita mensual con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, por diversos medios, en la que la relación se ha visto enfocada por el Consejo de Seguridad de la ONU. “Obviamente pesamos más que hace un año por ese tema en particular”, acota el funcionario.
Además, sostiene que se ha mejorado la relación con unos 15 países, Suiza entre estos, donde Guatemala cerró su embajada en 1986. A pesar de todo, los suizos cerrarán su sede diplomática en 2013, supuestamente por razones presupuestarias, pero según Caballeros es porque “nosotros no los atendimos”.
Holanda es otro de los países que anunció el cierre de su embajada hace aproximadamente año y medio, aunque “dejaron la cooperación”.
Por aparte, Caballeros comentó que el comercio con Argentina apenas asciende a US $900 mil, pero se renovaron los acuerdos comerciales y de cooperación precisamente para “vender más” y también se fortalece la embajada en Brasil.
El lunes último, la cooperación alemana donó 57 millones de euros, pero hace dos años se informó que la ayuda se perdía, “porque no lo van a mantener en su presupuesto si nosotros no lo tomamos”. Entonces se negoció de nuevo y ya la cooperación está en Guatemala, “para eso es importante tener las embajadas”. Si la embajada quedara en otro país, el proceso “es mucho más lento”, y se pierden los recursos, asegura.
Según el Canciller, uno de los aspectos relevantes hasta el momento, además de la gestión por el TPS con Estados Unidos, es el envío del encargado de negocios a India y la designación del mismo cargo para Suiza. En este último país se reinició la conversación del EFTA, una asociación comercial de los países fuera de la zona del euro y Guatemala será la sede de una de las rondas de negociación.
Por otra parte, en junio próximo, se abriría la embajada en Australia y ya se cuenta con recursos para abrir nuevos consulados en Seattle, Washington y Omaha, Nebraska, y uno más en Florida o México.
Otros de los agregados serían los centros culturales que son “un pedido de nuestra gente” fuera del país, donde se tienen tiendas guatemaltecas que prácticamente paga la iniciativa privada. La Cancillería solo se ocupa de pagar el personal, indicó.
¿PROBLEMA DE RECURSOS?
Se trabaja en la actualización salarial del equipo del Ministerio que se encuentra en el país, porque “tenemos los peores salarios de todo el Estado”, señaló el Ministro. Los problemas financieros del Minex abarcan a las embajadas, pues aunque estarían bien manejadas “todas tienen déficit”. Solo la embajada en Japón tiene un déficit mensual de “por lo menos” US $2 mil 500.
No obstante, el mayor problema sería que “faltan embajadas”, aseguró. En África, solo hay presencia en Egipto. En este caso, en poco tiempo el Canciller viajará a Kuwait y Dubái con el objetivo de decidir en cuál de los dos países se abrirá una sede diplomática.
Con el presupuesto actual, de Q386.9 millones, se ha logrado aumentar las concurrencias, entre estas, la de Londres, que servirá para tener relación con Etiopía. También se buscaría estrechar relaciones bilaterales con países de Asia, que son economías emergentes.
Gabriel Orellana, excanciller, afirma que normalmente se aplica el refrán de que “más vale lo viejo conocido que lo nuevo por conocer”, porque se habla de la potencial importancia de tener una relación diplomática con China Continental, pero “el problema es que por el momento nadie nos dice qué nos ofrecería”. Sin embargo, el experto destacó que las decisiones de política exterior deben tomarse acorde a los intereses nacionales.
“Hay relaciones que no solamente deben fundamentarse en la historia, sino que también hay que ver para adelante”, que no quiere decir que se abandonen posiciones que se han mantenido para con Israel o China (Taiwán), por ejemplo, pero “debemos fundamentar nuestra política en intereses nacionales”, porque las circunstancias cambian, sostuvo.
SERIOS ERRORES
Uno de los inconvenientes más relevantes que, según expertos, ha cometido el ministro Harold Caballeros y que pudo repercutir en la imagen del país, consiste en que habría restado importancia a lo ocurrido en Totonicapán en octubre pasado, cuando la intervención del Ejército en una manifestación dejó como saldo siete campesinos fallecidos y más de 30 heridos.
El excanciller Orellana dice que “indudablemente cualquier analista le va endilgar al Ministro el gafe que tuvo con el incidente que se dio en Totonicapán. Este sería un flanco que se abre para Caballeros donde es susceptible de críticas.
Geidy de Matta, directora de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad de San Carlos, advierte que “el error fue la forma en que se expresó por el caso de Totonicapán, ya que posiblemente no tenía la información completa, pero no fue abordado como se esperaba”.
Luis Enrique Pérez, analista político, dijo que Caballeros tuvo “la extraordinaria oportunidad de suministrar una explicación realista, verosímil y sensata; pero no aprovechó esa oportunidad, y demostró precisamente su carencia de talento diplomático”.
Una más de las gestiones de Caballeros que habría dejado espacios para dudas sobre su habilidad diplomática fue el resultado de la Cumbre de Presidentes de Centroamérica, donde se trató el tema de Nuevas Rutas contra el Narcotráfico, y según De Matta, “no se siguieron los canales adecuados” para lograr que estuvieran presentes todos los mandatarios centroamericanos y eso derivara en una pobre asistencia.
Pérez estima que Caballeros no ha desempeñado sus funciones ejecutivas con la eficacia que se necesita, y es el presidente Pérez Molina quien “ha tenido que ser simultáneamente el director y el ejecutor de la política exterior”. Un caso sería el tema de la despenalización de las drogas y “si ha habido aciertos en política exterior, son aciertos presidenciales”, afirmó.
Orellana comentó que la administración de Caballeros ha sido “bastante aceptable”, con aspectos “con más luces que sombras”, pero “razonablemente ajustada a la política general del gobierno”, aunque se debe recordar que la política exterior de un país no depende de la gestión de un Ministerio, sino que “es el reflejo de toda la gestión del gobierno”.
Ahora, “el problema básico”, manifestó el experto, es que la ampliación de las relaciones diplomáticas no dependen de la buena voluntad que el funcionario que ejerce de Ministro de Relaciones Exteriores pueda tener, sino del funcionamiento de todo el aparato estatal.
Para De Matta, un elemento positivo de la gestión de Caballeros, ha sido la renovación de la solicitud del Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés) a Estados Unidos, para guardar los intereses de los migrantes guatemaltecos en ese país. Este aspecto estaría “muy claro” a nivel de gobierno.
CONSEJO DE SEGURIDAD
El desempeño del país en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, ente en el que por primera vez ocupa un lugar entre los miembros no permanentes, sería “muy limitado”, a criterio del excanciller, porque “desde el momento en que existen cinco países con poder de veto -permanentes-, sencillamente hacen que el resto de países -los no permanentes- queden supeditados a las decisiones que tomen los cinco grandes, como algunos les llaman”.
Esto limitaría la gestión y liderazgo de países como Guatemala, señala. Guatemala ocupó la Presidencia del Consejo en octubre pasado, pero para De Matta la gestión “no tuvo mucha incidencia”.
A decir de Pérez, la actuación del ministro Caballeros en el Consejo de Seguridad, ha sido “tan escasamente importante”, que más bien es solo “una presencia meramente protocolaria o publicitaria”.
CARRERA DIPLOMÁTICA
Según Caballeros, el presidente Pérez Molina ha sido “deferente y consecuente” con la idea planteada previo a tomar posesión. El funcionario aseguró que “se ha privilegiado, sobre todo, la carrera diplomática”.
Se dice que en el periodo de Colom había 12 nombramientos políticos, señala Caballeros, pero que en esta ocasión “no hay ni tres”, pues dice que las designaciones no se hacen como un “pago de favores”.
En ese sentido, algunos directores de departamentos del Minex irían de embajadores a Suecia y Francia. El embajador que estaba en Taiwán asumió como Viceministro y la embajadora de México como Viceministra. “Se ha privilegiado lo profesional y el Presidente lo apoya”, comentó.
En ocasiones, se decide remover a una persona y el Ministro afirma que recibe hasta “10 llamadas en un ratito”, incluso antes de removerlo, “ni siquiera se ha hecho el acuerdo y ya se están recibiendo las llamadas”. Lo que Caballeros no considera del todo malo, porque en el Ministerio de Relaciones Exteriores habría parientes de diputados y funcionarios que son “excelentes también”. Pero anteriormente muchas veces se han privilegiado favores políticos.
Se busca fortalecer el servicio exterior, a través de reformar la ley del servicio de esa rama. Los países desarrollados tienen, por ejemplo, el servicio de tres por dos, que prestan servicio en una embajada tres años y dos en la Cancillería y así sucesivamente.
En Guatemala, “tenemos gente que ha estado 20 años afuera y nunca aquí”, por lo cual Caballeros pretende colocar la norma de cuatro por dos, cuatro años afuera y dos dentro de la Cancillería.
Geidy de Matta
Escuela de Ciencia Política de la Universidad de San Carlos